Héctor Espinal de “fogoso a desecho”
Espinal esta invalido, en silla de ruedas, abandonado, sin familia, perdió la visión del ojo izquierdo, vive de la caridad de los vecinos,nunca formó hogar.
Por Marcelo Peralta
San Ignacio de Sabaneta, Santiago Rodríguez, R.D.- La figura
de Héctor Espinal sobresalieron por
su regia oposición al régimen de los 12 anos encabezados por el presidente Joaquín
Balaguer..
Desde
1966 a 1978 hubo todo tipo de atropellos, crímenes, desapariciones, encarcelamientos,
prisiones, deportaciones, persecuciones, existencia de “chivatos” pagados por
dinero, influencias, poderes y herramientas usadas por miembros de la banda “colora”
para justificar sus acciones delictivas.
A pesar del rechazo a la política del gobierno
de Balaguer, Espinal que arrastraba
discapacidad desde niño en su mano y pie
izquierdo, sin embargo, eso no era ápice para protestar en los grupos
estudiantiles contra la errónea política que en materia económica y social
aplicaba por el régimen.
A pesar de todo su destino siguió la periferia
de los grandes jóvenes adversarios políticos y fue humilde en sus comienzos, magnifico
en el apogeo de su genio, excelente estudiante, pero el tiempo ha sido injusto
y hoy triste, postrado en una silla de rueda, sin padre, ni madre, hermanos y
solo la caridad humana puede darle de comer, acariciarlo y bañarlo.
Siempre quiso tener éxitos en sus batallas sin
embargo, las circunstancias les hicieron malas jugadas que se llevaron el único
ser que lo soportaba como era su madre Doña Sija.
Doña Sija era una humilde empleada que laboraba
en el área de lavandería del Hospital General Santiago Rodríguez y con el mísero
sueldo cubría las necesidades suya y las de su hijo.
Hubo tiempo en que Héctor Espinal acudía al
liceo secundario Librado Eugenio Belliard a prepararse en el bachillerato manera
normal y al cabo de los años invalidó quedando
postrado para siempre en silla de ruedas.
Aquel muchacho bolsillero humilde, estudioso, inquieto,
tranquilo, aplicado, vigoroso, simpático, llamaba la atención de todos, por su
clara inteligencia y las predisposiciones que evidenció para las letras y para
toda clase de oficios, hoy está inmóvil y desecho.
Todo lo aprendía en el liceo lo compartía con
los jóvenes de menores edades para mejorar las lecturas y las prácticas.
Tenía extraordinarias condiciones para aprender
y su humilde personalidad penetró con fuerza en los corazones de los niños y jóvenes
del barrio Bolsillo.
Utilizaba su genio, impartiendo consejos y
haciendo observaciones a los niños que fueron los primeros en reconocer su
capacidad excepcional y hoy día lo ven con tristeza por las condiciones antihumanas
en que pasa los últimos días de su vida.
Espinal era una figura que se destacaba por sus
relieves propios, porque daba a su palabra la voz de los cañones, y fue el
artesano en la alfabetización de muchos niños quienes hoy son grandes profesionales
que debían encausar alternativas que mejoren sus actuales condiciones de
insalubridad, marginalidad y desecho.
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