Celebran 85 años de edad de Marina Almonte viuda Estévez.
Doña Marina Almonte y su hija Clara Estévez.
Por Marcelo PeraltaSantiago Rodríguez,
R.D.- Sin lugar a dudas, no existe un ser en este globo terráqueo más precioso,
dadivoso y cariñoso que una madre abnegada.Marina Almonte es abrazada por su hija la profesora Clara Estévez.
Así que, que
felicitamos a mi amigo, hermano y compadre el doctor René Estévez, por venir desde Miami
a festejar el 85 aniversario del nacimiento de su madre marina Almonte viuda Estévez.Doña
marina Almonte viuda Estévez como en sus mejores años de juventud bailando con
su hijo el doctor René Estévez.
Además,
extensivo es el saludo a sus hermanos e hijo de Marina Almonte quienes son ingeniero agrónomo Jorge Estévez, el
licenciado en Ciencias Agrícolas Sinencio- Raulín- Estévez y los profesores
Reynaldo, Clara, Enovis y la licenciada Elizabeht Estévez Almonte.El fotografo Carlos Estevez abraza a su abuena Marina Almonte.Estaban en la actividad
nietos, biznietos, hermana, sobrinos, sobrinas y allegados que se desplazaron
desde Santo Domingo y otros pueblos. Hijo, hija y nietos rodean a Marina Almonte en su cumple.
Las madres no sola nos llevó
durante 9 meses en su vientre, sino que soportó todo tipo de sufrimiento físico
y mental para traernos a este mundo, educarnos y convertirnos en personas con
valores.Familia Estevez Almonte y amigos.
Toda oportunidad y ocasión es perfecta para expresarles a las
madres lo agradecidos que estamos por tenerlas a la vida, pero, sobre todo, por
darnos tanto amor, ternura, valor, aprecios y convertirnos en seres útiles.Hijos, hijas, nietos, bisnietos y relacionados festejando. En el centro Marina Almonte.
Cuando nos encontramos lejos de casa, pensamos ¿qué estará haciendo
mi madre?.
Obvia es asimilar lo
que debe estar haciendo y orando para que Dios cuide y proteja a sus hijos e
hijas y todos los descendientes.
Ella, lógico esta,
también está pensando en sus hijos e
hijas.
En que ese mucha debe
tener hambre, habrá comido, tendrá frío, si nos va bien en el trabajo, en el
hogar y con la familia.
Se ponen felices cuando
sus hijos e hijas cruzan por su puerta para darle un gran y fuerte abrazo.
No es algo forzoso el esperar a que sea su cumpleaños para
visitarla y decirle cuanto la amamos.
Es algo que debemos
hacer cada vez que tengan la oportunidad.
Si salimos temprano del
trabajo, una rápida visita a la casa de la madre antes de ir a la casa de su esposa
y de los hijos no le hace daño a nadie, al contrario los fortalece y les da
vitalidad.
Sin embargo, la sociedad y el mundo actual en el que vivimos nos
deja sin mucho tiempo libre.
Tiempo que podemos
ocupar para visitar a la amada madre.
Es por ello que, les pido a mis amigos y amigas quienes tengan a
su madre viva que las cuiden, abracen, besen y atesoren cada segundo.
Hagan que cada segundo
se convierta en horas de amor con la mujer que te dio la vida.
No es un secreto nadie que las madres aprecian más las palabras
sinceras de un hijo que cien carretas llenas de piedras preciosas.
Así que, que felicitamos a mi amigo, hermano y compadre René Estévez,
por venir desde Miami a festejar el 85 aniversario del nacimiento de su madre
marina Almonte viuda Estévez.
Felicidades a Dona
Marina Almonte, por festejar sus 85 años de edad en medio del fragor de sus
hijos, hijas, nietos, bisnietos, amigos, amigas y allegados.
Doña Marina Almonte y su hija Clara Estévez.
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