En Japón condenan a 6 meses de cárcel a un periodista austríaco que entró a apartamento a ver a sus hijos sin permiso.


 

El 28 de noviembre del año pasado, el periodista australiano Scott McIntyre fue arrestado por ingresar en el área común de un edificio de apatos en Tokio donde viven sus suegros.

McIntyre quería averiguar el paradero de sus dos hijos, a quienes no ve desde mayo del año pasado cuando su esposa japonesa se los llevó.

El australiano pasó más de 40 días encerrado y fue liberado el miércoles.

El Tribunal de Distrito de Tokio lo halló culpable por entrar de manera ilegal en el edificio y lo condenó a seis meses de prisión, pena suspendida durante tres años.

Su caso ha llamado la atención internacional por la difícil situación que enfrentan en Japón los padres que pierden contacto con sus hijos cuando sus cónyuges se los llevan tras una separación, revela el medio australiano ABC.

El periodista vivía con su esposa e hijos en Tokio cuando en mayo pasado la japonesa decidió irse llevándose a los niños.

La esposa retiró a los hijos de la escuela donde estudiaban y cambió sus números de teléfono y direcciones electrónicas.

Así las cosas, el periodista de 46 años ha perdido todo contacto con ellos y no tiene manera de saber cómo están.

“Se me ha negado el acceso. No se me permite hablar con los niños. No se me permite saber a qué escuela asisten. 

No se me permite saber si están vivos o muertos”, declara a ABC.

McIntyre ha acudido numerosas veces a la policía y los abogados de su aún esposa para saber cómo están sus hijos (una niña de 11 años y un niño de 7), pero nunca le han respondido.

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