Más haitianos llegan a Santiago que antes y durante el plan.

Por Marcelo Peralta
Es mayúscula, asombrosa, desconcertante, preocupante la labor que deben hacer las autoridades en torno a la cantidad de haitianos de ambos sexos, edades y condiciones físicas que cada día entran y se quedan en Santiago tras burlar la vigilancia militar en la Frontera mediante sobornos.
Reducida era la cantidad que se observaban en las calles antes, durante y después del “mamotreto” Plan Nacional de Regularización de Extranjeros.
El gobierno debido a la falta de institucionalidad, educación y conciencia ciudadana y de forma abusiva, gastó miles de millones de pesos de los que pagan los dominicanos en impuestos al fisco por concepto de la compra y venta de productos y servicios para legalizar a invasores y enemigos de la Patria de Juan Pablo Duarte.
Hoy, quienes supuesto se fueron, regresan con “bríos” trafican con decenas de sus gentes, falsifican documentos, sobornan militares fronterizos e incursionan en ciudades del Cibao y se radican allí.
Decenas de ellos no tienen fuentes de trabajo y malviven de las ayudas suministradas por organismos internacionales que subvencionan a los emigrantes e inmigrantes, interesados en concretizar la fusión.
Haitianos pidiendo en las calles.

Son cientos los africanos que  cruzan y circulan durante el día y las noches, les pasan por los cuales y controles militares, mostrándose los indiferentes.
A modo de ejemplo, a Santiago ingresan diariamente decenas de haitianos y sus funciones son la vagancia y desplazarse durante altas horas de las noches por las calles de la ciudad.
Decenas son los haitianos que pertenecen a la milicia que circulan por las calles locales observando y evaluado las estrategias en caso de registrarse fricciones con los dominicanos.
Actualmente, por las calles, barrios y urbanizaciones en Santiago se observan a más haitianos que dominicanos.
 
Supermercados y restaurantes viven llenos de haitianos y haitianas, que a pesar de no poseer trabajo manejan exorbitantes sumas de dinero subvencionados por organismos internacionales, especialmente de Estados Unidos, Canadá, Francia, Inglaterra y de la misma República Dominicana.

Las grandes sumas de dinero que reciben los haitianos llegan a través de cuentas en el Banco de Reservas de la República Dominicana a donde acuden haitianos y haitianas a retirarlos.


Además, vía las agencias de valores llegan millones de pesos para favor a los inmigrantes haitianos a que permanezcan en suelo dominicanos.

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