Juan Pablo Duarte: Hombre sublime.
Juan Pablo Duarte
Este martes es el día en que nació Juan
Pablo Duarte el hombre más sublime que ha parido la tierra de Quisqueya.
Por Marcelo Peralta
Este 26 de
enero de 1813 nació el dominicano más patriota que Quisqueya la Bella ha parido:
JUAN PABLO DUARTE y DIEZ.
Un patriota que amó a su pueblo y a su Patria por encima de sí mismo.
Era tan fuerte su amor por la Patria que
puso sus ideales al servicio del pueblo y liberarnos del yugo haitiano.
El patriota debe estar dispuesto a
entregar su vida al servicio del bien común, que por ser, es el bien de él y su
familia.
Es el que desarrolla su trabajo, actividad
y medio de vida, con profunda responsabilidad social, sin egoísmos, pero con
solidaridad.
Juan Pablo Duarte y Diez siempre dispuesto
a defender el valor de la Patria, aun a costa de su propia vida.
Para él la Patria era para su familias,
padres, hijos y hermanos y siempre estaba listo a dar su vida por ella.
Fue un patriota con amor a su pueblo, a su
tierra, a través de sus símbolos, a los que venera y respeta por encima de
todo.
La persona entregada por una causa no
abandona el suelo patrio, ni su pueblo, tradiciones, ni sus sacrificios, ni sus
luchas, por mejorar su propia condición económica.
Si debe abandonar su suelo, su pueblo,
sólo lo hará forzada, temporal, con profundo dolor, a los efectos de reunir las
fuerzas necesarias para regresar, venciendo a quienes lo hayan obligado a
desprenderse y alejarse de lo mejor que tiene un hombre. “Su Patria”.
Un patriota vive, trabaja, lucha y muere
para, en, con y por su pueblo y Patria.
Es la estirpe de Juan Pablo Duarte y Diez,
aquel que jamás se unirá a un país extranjero para humillar a su propia PATRIA.
La persona que ama, defiende a su pueblo y
el país, jamás abrazará ideales que no respeten la idiosincrasia de su terruño.
Tampoco, ni servirá a los intereses
extranjeros, en detrimento de lo de su propio pueblo.
Juan Pablo Duarte y Diez en su lucha para
echar a los invasores haitianos en 1844, nunca tuvo cansancio, ni miedo, sino exaltación,
bravura, gratitud defendiendo la Patria, su pueblo, su cultura, su libertad, sus instituciones y su territorio,
amenazados desde "afuera" o traicionados desde "adentro".
La gente como Juan Pablo Duarte, lucha por
la justicia social, porque sabe que la Patria es de todos y cada uno de sus
compatriotas, que todos deben disfrutar de la dicha de vivir en una comunidad
justa y libre, donde impere la igualdad de oportunidades, deberes y
responsabilidades.
Quien quiere a su Patria la ama en aras de
la felicidad, seguridad y bienestar colectivo.
Despierta sentimientos en su pueblo,
interpreta el sentir popular, porque él mismo, es parte de ese sentir.
La persona común, es la mayoría, no es la
excepción heroica que se aprecia en una circunstancia extrema.
Sino que es aquel que practica el
“patriotismo” todos los días de su vida, en su lugar de trabajo, de estudio,
recreación, diversión para hacer de su patria un lugar mejor cada día.
Debe hacer el trabajo fecundo, libre de
toda especulación personal y que se sustente en la explotación de sus
semejantes.
República Dominicana no debe sucumbir en
manos foráneas.
El pueblo debe tomar conciencia poniendo
en marcha el potencial humano, intelectual, científico y natural que posee.
El dominicano debe hacer valer la
Soberanía por sobre los intereses del hegemónico imperialismo materialista.
Impostergable debe ser la lucha para hacer
realidad aquellas primeras estrofas de nuestro Himno Nacional: ¡Salve!
el pueblo que, intrépido y fuerte, a la guerra a morir se lanzó, cuando en bélico reto de muerte sus cadenas de esclavo rompió.
Ser patriota no es bajar los brazos ante
la injusticia y la opresión.
Ser patriota es luchar con coraje, alegría,
solidaridad, manteniendo encendida la llama de los ideales de Juan Pablo Duarte.
Ser patriota es tener la actitud rebelde,
contestataria, valiente y combativa, hasta alcanzar todas aquellas metas
nacionales y sociales que aun como pueblo, no hemos logrado consolidar.
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