A Penco y a José Blas
Por: Luis Amílkar Gómez
Ustedes siempre han sido un
ejemplo para varias generaciones de sabaneteros.
Maximo Jimenez-Penco-
Cuando se habla de hombres
trabajadores, honestos, leales y revolucionarios en todo Santiago Rodríguez,
los nombres de Máximo Jiménez (Penco) y José Blas Durán deben ser mencionados
con gran orgullo.
Jose Blas Duran
Siempre fueron aliados incondicionales
de las luchas, que por los mejores intereses de nuestro pueblo, se llevaron a
cabo a través de los años, expresando su apoyo y solidaridad con todo lo que significara
una causa justa.
Jamás buscaron prebendas.
Nunca se arrodillaron ante
nadie. Siempre han inspirado confianza y respeto.
Recuerdo aquella ocasión en
1973 cuando, siendo miembros del Comité Provincial del Partido Revolucionario Dominicano
(PRD), renunciaron para seguir a su líder Juan Bosch en la formación del
Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Hicieron historia con esa decisión,
ya que fué el único Comité Provincial en todo el país, que renunció en pleno para
incorporarse a la nueva organización política.
En ese entonces,
entendieron que el PRD se había “degenerado” y que la gente sana debía abandonar
esa entidad como lo propuso el profesor Juan Bosch.
Se dieron cuenta que en el
partido blanco, ya no se luchaba por el pueblo y por el bien común, sino por satisfacer
ambiciones personales de algunos dirigentes.
El tiempo le dió la razón.
Grandes emociones y
satisfacciones vivieron observando cómo su PLD crecía y sus jóvenes miembros se
educaban políticamente a través de los famosos círculos de estudios.
Tanto fué el empuje, que en
1990 no ganaron las selecciones generales, por un colosal fraude que cometió la
dirigencia del Partido Reformista, encabezado por el vil y tramposo doctor
Joaquín Balaguer.
Se había convertido ya en
el partido de la esperanza nacional.
Finalmente, en 1996 llega
al poder el partido morado, con su candidato el joven doctor Leonel Fernández,
quien inicialmente tomó algunas decisiones que complacieron a la población.
Luego, lentamente comenzó a
morir la ilusión que tenía nuestro pueblo de una sociedad más justa donde imperara,
no la igualdad social ya que era mucho pedir, pero por lo menos mejoras a las condiciones
de vida de las mayorías.
Y es que el PLD, aquel partido
formado por jóvenes con un alto nivel político,
se desinfló y ha llegado a un nivel de descomposición que nadie había sospechado
20 años atrás.
Atrás quedaron los círculos
de estudios. A Vanguardia del Pueblo se
lo llevó el viento.
La mayoría de sus dirigentes,
se han convertido de la noche a la mañana, en millonarios, con fortunas cuya procedencia
no pueden explicar.
Su máximo líder, hoy es acusado
de aceptar unos 200 millones de un narcotraficante, quien lo acusa de robarle
el dinero y traicionarlo, ya que no le brindó la protección para sus negocios sucios.
La historia se repite y
está claro que ahora el PLD está siendo dirigido por un grupo de “degenerados”,
por lo que es tiempo de que la gente honesta que de allí salga con decoro.
Por eso, Penco y José Blas,
les pido humildemente que den un ejemplo más de su apego a sus principios,
RENUNCIANDO públicamente de esa entidad política.
Estoy seguro que Bosch
haría lo mismo.
No me lo imagino apoyando semejante
podredumbre.
Sé que algunos de sus compañeros,
encumbrados en el poder, verán con desdén sus renuncias quizás murmurando para sí: “esos son dos pobres viejos sin incidencias”.
Aún en el ocaso de sus vidas,
podrían no tener incidencias, perola gloria siempre estaría
de su lado.
Sabaneta quiere recordar a
Penco y José Blas, como dos hombres que nunca se replegaron ni acobardaron frente
al aliento putrefacto de la corrupción y la degeneración de sus propios compañeros.
Los queremos recordar como
lo que siempre fueron en nuestro pueblo: DOS
MONTAÑAS DE DIGNIDAD.
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