Dominicanos tienen cuentas en banco Suizo.
Hay dominicanos concuentas en el banco HSBC.
Un latinoamericano
gestiona la mayor fortuna de los 106.498 clientes que el banco HSBC tiene en
todo el mundo.
Si el hombre con más dinero depositado en Suiza entre
los clientes del banco HSBC de
todo el mundo caminara por la calle Florida, probablemente nadie lo
reconocería.
Y eso que se trata de uncontador
argentino, de 51 años, graduado de la Universidad de Belgrano y
por cuyas manos pasaron -y aún pasan- miles de millones de dólares.
El número 1 en el ranking
global del HSBC se
llama Miguel Gerardo Abadi.
Radicado en Londres, es "manager" de Gems, un fondo de inversión
que llegó a administrar US$ 6700 millones entre acciones, bonos y otros activos
financieros.
Abadi gestiona la mayor fortuna
de la lista de los 106.498
clientes del HSBC en 203 países que el informático del banco, Hervé Falciani, entregó a las autoridades de
Francia.
El diario francés “Le Monde” obtuvo la información y la compartió
con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que
integra el diario argentino “La Nación”.
Entre los clientes del HSBC Ginebra aparecen reyes, presidentes, traficantes de
armas, estrellas de rock y deportistas.
Y 4620 cuentas se vinculan con Argentina.
Desde que se
hizo público el robo de datos, que Francia obtuvo
a cambio de brindarle asilo a Falciani ante
el pedido de detención deSuiza,
hay quienes creen que el informático es un Robin Hood moderno.
Otros, por el contrario, lo consideran un delincuente que pretendía recaudar
millones con la venta de su información privilegiada.
Del listado de Falciani,
la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de Argentina consiguió
una copia parcial de las autoridades francesas, pero sólo de las cuentas
vinculadas al país gaucho.
El organismo tributario la filtró, también de
manera parcial, el 27 de noviembre pasado.
Así lo hizo mientras la presidenta argentinaCristina Fernández enfrentaba el escándalo por las
irregularidades de su sociedad hotelera Hotesur SA. Pero la AFIP deslizó
algunos nombres sin mayor verificación ni precisión -como el de Raúl Moneta,
entre otros-, tal como advirtió
la Justicia argentina al recibir la denuncia del organismo por los argentinos
mencionados en la lista.
Sin embargo, tener una cuenta en Suiza es legal, excepto que no haya sido
informada a las autoridades argentinas y, por tanto, no se tribute por esos
fondos.
La evasión total es de
62.000 millones de pesos (unos 7.000
millones de dólares) desde el 2006 hasta la actualidad, calculó la AFIP.
Y detalló que sólo
158 de las más de 4000 cuentas fueron oportunamente declaradas.
La AFIP también acusó a la sucursal argentina de
HSBC tras considerar que brindó asesoramiento para operar con dinero fuera de Argentina sin declararlo ante las autoridades.
"HSBC Argentina rechaza
enfáticamente su participación en asociación ilícita alguna, incluyendo cualquier organización que permita
la exteriorización de capitales con la finalidad de evadir impuestos",
indicó el banco cuando el organismo difundió la información.
El análisis realizado durante los últimos seis
meses por “La Nación” junto a 140 periodistas que integraron el equipo de ICIJ
indica queHSBC
registró depósitos por al
menos US$ 102.000 millones entre el 2006 y el 2007 en su sucursal de Ginebra.
El cantante David
Bowie; el presidente de Paraguay, Horacio Cartes; el piloto Michael Schumacher; el
banquero Emilio
Botín; el futbolista uruguayo Diego
Forlán, y hasta Mohammed
VI, rey de Marruecos, figuran entre sus clientes.
Las autoridades de los países involucrados
investigan ahora la situación fiscal de cada uno de ellos.
También aparecen nombres menos
rutilantes, pero más relevantes: vendedores
de armas y traficantes de diamantes, entre otras actividades ilegales.
Ninguno, sin embargo, manejó tanto dinero como Abadi. El contador argentino
operó hasta US$ 1100 millones entre sus 65 cuentas registradas en HSBC Suiza en los años 2006-2007.
Esa cifrarepresenta un tercio de los fondos registrados en Suiza por todos los
argentinos en ese período, un total de US$ 3505 millones.
RÁNKING DE PAÍSES
Argentina es el séptimo país entre
los de mayor cantidad de clientes registrados en HSBC Ginebra, con
4620, por encima de países como Estados
Unidos, Alemania y Rusia.
En cambio, si la lista se ordenara por cantidad de dinero, Argentina ocuparía el 22° lugar. Es decir, excepto las cuentas de Abadi, se trata de
clientes que manejan saldos bajos.
El caso de Venezuela sirve de ejemplo: tiene la mitad de
clientes que Argentina,
pero diez veces más cantidad de dinero (ocupa el tercer lugar mundial).
CASO PERUANO
Perú cuenta con 96 clientes registrados en todo el
mundo con un total de 129 cuentas bancarias. Asimismo, Perú tiene cinco cuentas
de sociedades off shore.
Al registrar una sociedad off shore, los
clientes pueden ocultar su identidad, otra conducta habitual en Suiza.
LOS FONDOS DEL ARGENTINO
ABADI
Los fondos operados por Abadi ascendieron a US$ 6700 millones en el
2008 según él mismo reconoció en una entrevista a una revista americana
especializada en finanzas.
Abadi maneja una cartera
con inversores de 40 países del mundo. Su tarea es administrar el riesgo a
pedido de sus clientes: apuesta, principalmente, a los hedge funds, activos financieros de
alto impacto. Como socio tiene a otro argentino: David Raúl Goldfarb, un
economista de 58 años con domicilio en Tel Aviv, Israel.
Sus clientes son un misterio. Gems impone una madeja de sociedades,
registradas mayormente en jurisdicciones en las que rige el secreto bancario,
que hace imposible que se filtre la información. Tienen firmas registradas en al menos 12
países."Nuestros clientes son fuentes corporativas e
institucionales", reconoció Abadi en la entrevista.
El contador argentino es apoderado o revisor de la
mayoría de los fondos que vigila, casi todos con denominación vinculada a su
consultora, como por ejemplo "Gems Russia Fund Ltd".
Sus operaciones están centralizadas en Islas Caimán
y Luxemburgo, otros dos paraísos off shore, según los parámetros de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Desde allí mueve el dinero hasta las
latitudes menos pensadas: desde El Líbano hasta Grecia, Panamá o Brasil.
Operar en paraísos fiscales es una práctica
frecuente, ya que son territorios con bajísimas tasas. Como ya se mencionó, al
registrar una sociedad off shore, los clientes pueden ocultar su identidad,
algo habitual en Suiza pese a que los ejecutivos de HSBC remarcaban que en esa
jurisdicción regía el secreto bancario.
Abadi también aparece como
dueño de ocho cuentas (entre las 65 que maneja) por un total superior a los US$
4 millones. Ése es el único de sus perfiles de cliente en el que está
establecido que la documentación no debe ser enviada a domicilio, sino que se
debe atesorar en el HSBC Ginebra. Es una ciudad que conoce: trabajó como asesor
del banco Worms, con sede en la capital helvética.
Vigente desde 1987, Gems tiene 55 empleados en su sede
londinense frente al Hyde Park. Desde allí establece contacto con Tel Aviv,
Bahamas, Ginebra, San Pablo, Singapur y Buenos Aires, según explica en su sitio
web. Abadi viaja con frecuencia a la capital suiza
para hacer operaciones en el HSBC: sólo en el 2005 visitó (junto con Goldfarb)
al menos cuatro veces las oficinas de esa sede.
Ante HSBC, Abadi ofrece domicilios en cuatro ciudades.
La primera opción para enviar su correspondencia es Montevideo. Después, Buenos
Aires, Londres y Tel Aviv.
El contador menciona dos direcciones porteñas en
las coquetas calles de Belgrano R: el departamento de sus padres y una antigua
casona en la que actualmente funciona una clínica de medicina estética. La
sucursal argentina de Gems,
inscripta en 2003, opera en plena ciudad porteña.
A pesar de residir en el exterior, Abadi tuvo participación en diversas
sociedades en el país junto a la familia Goldfarb, la mayoría vinculadas a los
negocios inmobiliarios, como Coari SA, Admenex SA y Mérida Construcciones SA.
La AFIP no aclaró la situación fiscal de Abadi, aunque reconoció que se trata
de un argentino no residente.
La revelación de las cuentas en Suiza permite abrir
una ventana sobre uno de los sistemas bancarios más herméticos del mundo. Los
documentos que aportan “Le Monde” y ICIJ dejan al descubierto la relación de HSBC Ginebra con sus clientes, ya que permiten leer
las anotaciones de los ejecutivos de HSBC
Suiza en las
fichas que el banco registra por cada cliente.
Allí puede leerse la síntesis de diálogos
telefónicos, mails o visitas que los empresarios concretan en Ginebra. Esas
anotaciones relatan escenas de clientes que retiran valijas colmadas de dólares
o, simplemente, que especulan con la compraventa de divisas. "El cliente
informó que la garantía fue cancelada en HSBC Buenos Aires", escribió el
empleado después de una llamada de Goldfarb, 9 de noviembre de 2005.
En las fichas también aparecen perlitas que
ejemplifican el trato que reciben los clientes. Como le sucedió a un empresario
argentino que llegó a depositar US$ 22 millones en sus cuentas. Un ejecutivo
del HSBC lo invitó a un prestigioso evento social en el principado de Mónaco.
Llevó un ramo de flores para su mujer, que se encontraría en la fiesta con
reyes y princesas.
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