PUNTO DE MIRA
Acusación contra cartel asombra y avergüenza.
Por Alfredo Freites.
A medida que pasan los días y se conocen detalles sobre la corrupción en el gobierno de Danilo Medina Sánchez crece el asombro, el asco y la vergüenza.
Creo que todo ciudadano debe
sentir lo mismo. Nos deja sin palabras la dimensión del robo, la cantidad de
personas involucradas, nos da náuseas y nos indigna que al presidente que
atribuye la procuraduría de la República ser líder de tales fechorías sea
dominicano.
Es una triste fama las que
nos trae este grupo que aparentemente funcionaba como un cartel político. La
procuraduría tendrá que emplearse a fondo para probar los hechos que se imputan
porque es un grupo poderoso, con mucho dinero, poder político y seguidores.
Parece ser que la dimensión
de la asociación delictiva es tan grande que muchos serán dejados fuera para no
tener que hacer el juicio en el Estadio olímpico.
Son tantas las operaciones
delictivas y tal el volumen de dinero que seguramente las autoridades dejarán a
fuera a prestanombres o cómplices de bajo nivel.
Hay, aparentemente, socios
que ignoraban en que red delictiva se metían y por eso aún están en libertad.
Otro detalle que sirve para
peinar los pelos de punta es que faltan nombres grandes por ser interrogados o
revelados.
Hasta es posible que sean
mantenidos ocultos por el peso social que tienen.
Esto lleva a preguntarse: ¿Qué
habría pasado si este grupo hubiera seguido en el poder?.
Es de singular importancia
que casi todos los integrantes de la familia Medina Sánchez sean involucrados
por las autoridades en una supuesta banda que saqueaba el erario con la
protección del presidente de la República.
Las expectativas crecen de
que podría haber citación para interrogatorios al pasado mandatario por las
menciones que se hacen de Danilo Medina Sánchez en el expediente en el que
imputan a su hermano ser el “gerente operativo”.
La pregunta es si esto
ocurrirá antes o después del primero de enero.
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