Preocupa en la Región Noroeste casos de “La Araña Marrón” del Mediterráneo.
Se cree más de 20 casos han sido detectados en Montecristi y Valverde de la "Araña Marrón" o "La Reclusa" con un potente veneno necrótico y mortífera.
Por Marcelo Peralta
Mao, Valverde,
R.D.- Detectan cerca de 30 casos de picaduras de “La Araña Marrón” o “La Reclusa
en la Región Noroeste, sin que las autoridades del ministerio de Salud Pública hayan
dado seguimiento epidemiológico en las provincias Santiago Rodríguez, Montecristi
y José Desiderio Valverde.
Es
considerada como la más peligrosa de las arañas del género Loxosceles, ya que
su mordedura es capaz de producir una gran toxicidad en el área, hasta provocar
la muerte de las células, tejidos humano, reacciones sistémicas severas y
fallecimiento.
Su tamaño
pequeño, tiene de dos centímetros, es una especie venenosa, de la familia Loxosceles
rufescens, originaria de la cuenca del Mediterráneo, la que se cree penetró
a República Dominicana por la frontera con Haití por el trasiego y uso de emigrantes
haitianos, sin prever protocolos de ley.
En
versiones médica el mal se detectó en pacientes agrícolas de descendencia
haitiana que trabajan en parcelas agrícolas y ganaderas
de Villa Vásquez, Las Matas de Santa Cruz, Laguna Salada, Hatillo Palma,
Piloto, Guayubín, provincia Montecristi y se ha extendido hasta Santiago
Rodríguez y José Desiderio Valverde.
Fuentes médicas dicen que el insecto pica mientras las personas duermen sin dejar síntomas, sino irritación, piel rojiza, a veces color morada, negra, envenenamiento y potencialmente muerte.
Sus
efectos, es que origina escalofríos, picazón, fiebre, náuseas, convulsiones;
eventual muerte si el afectado se descuida, porque las picaduras de “La Araña
Marrón” o “La Reclusa” son difíciles de diagnosticar hasta por la clase
médica, causando infecciones bacteriales, hongos, llagas, gangrena, presión
arterial y diabéticas.
El
manejo, tratamiento del paciente dependerá de si tiene o no compromiso
sistémico, nivel de complicación de la lesión cutánea, en que la toxina de
la araña puede durar de entre una semana a 10 días, dependiendo del organismo
de cada paciente.
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