Y ahora qué?
Los años 2020 y 2021 fueron funesto a causa del apogeo de la Covid19 con contagios, hospitalizaciones y muertes.
Seres queridos se los llevó la pandemia y en este 2022, Dios mediante ojalá desaparezca de la faz de la tierra esa terrible enfermedad.
Para algunos incrédulos la presencia de la Covid19 era un “invento” y se negaron a vacunarse, bajo el pretexto esa era una “trampa”.
Por eso, hay personas que se enrolan en la mente como aquello del que “árbol tapa el bosque”.
Para vislumbrar ese mito, es necesario estar por encima, y al estilo de que la “suerte es deidad”.
La pandemia parece va disminuyendo, por lo que debemos trazar metas, hacer balance y rectificar situaciones vividas.
Algunos, vivir en la pandemia es una experiencia que podemos contar a quienes van creciendo.
No obstante, desde los años 2020, 2021 y 2022 se impone diseñar planes a fin de superar las cavilaciones.
Es tiempo de reflexionar, tenemos el dominio y enderezar pensamientos torcidos que revolotean en la cabeza.
No hay que preocuparse, ya que las ideas surgen de manera espontáneas.
Al hacer algo incorrecto se busca la forma necesaria para rectificar.
Lo más loable en las actuales circunstancias y
lo prudente sería dirigirnos por los aciertos, ya que en definitiva, siempre
suman.
Para este 2022 hay esperanzas de cambios, en especial aquellas personas que gastaron las suelas de sus zapatos, pasando hambre, sed y sinsabores sin que los hayan valorado y favorecerlos en un cargo en el tren gubernamental.
También, hay que enfrentar las cuestiones que
pueden surgir, como “espada filosa” en este año 2022 que está en su tercer mes
y finalizando.
Se acerca el mes de abril. Ese el “abril de la vida", que es la “Primera de la Juventud”.
No nos referimos a ese abril que es el cuarto mes del año.
Sino el abrir bolsillos, las puertas y las oportunidades a esos jóvenes que andan descarriados por las calles sin horizontes.
Por falta de oportunidades que porque se les “achica”
el cerebro es que se doblegan a consumir drogas y meterse a delinquir.
La mente humana pasa por cuestiones
como un largometraje ininterrumpido, lo hecho, anhelos, pretensiones y
resultados finales que lleva a algunos jóvenes a la cárcel y a otros al cementerio.
Aparecen otros, de ahí de esos grupos
con cerebros bien puestos, sin embargo, a pesar de las tentaciones no se
doblegan a ninguna actuación perjudicial.
Seguros estamos, que no todos tienen la
meta de hacer balances, porque unos no prestan atención a las nimiedades.
Pero, a otros, quizás las cosas no salieron
bien, por eso tenemos que ir a visitarlos a las cárceles, a hospitales o lo más
penoso a llevar flores y oraciones al cementerio.
Las ambiciones eran de tal envergadura,
que hicieron estallar la realidad cuando intentaron pasar balances era
demasiado tarde para “reflexionar”.
Lo importante es, avanzar con fuerza y
que no sea un método de tortura por no haber logrado determinados propósitos.
El año tiene 365 días y van
menos de 90, por lo que ahora, lo más aconsejable en este 2022 tratar de tirar de
derecha a izquierda esas páginas atrasadas y las que están en banco a escribir los planes a desarrollar.
Tratemos de olvidar lo pasado porque estuvo lleno de tragedias por la presencia de la Covid19, en que perdimos a amigos y allegados de mucha valía.
Aún hay quienes están hospitalizados luchando
por sobrevivir.
Y hay que decir “basta aquello que pasó en el
2020, 2021 y eso que falta del 2022.
Vamos a ahora con Dios a coger impulso, surgir
como el “Ave Fénix” desde dentro de las
cenizas a buscar lo bueno, positivo y que nos haga feliz.
Lo vivido y aprendido en medio de la pandemia debe
servirnos para dejar la ambición.
Tratar de buscar lo excelente, el progreso con
esfuerzos y haciendo las cosas bien.
Si es necesario, tratar de vislumbrar
lo positivo en soledad, porque sería lo que se impone
Esperamos el año 2022 sea
diferente en sistema de salud, convivencia y oportunidad.
Tenemos que abrazar la
esperanza en este año 2022.
Cerrar los ojos a las ideas
que no se pudieron lograr en el año 2021.
Tratar de hacer feliz a las
personas que entraron a nuestros corazones ahora en este año 2022.
La meta es hacernos más
fuertes cuando alguien trata de cortar las alas para impedir el vuelo.
Abrazar la esperanza y sonreír
de manera positiva en este año 2022.
Ojalá aprendamos la vivencia de
la pandemia y elevamos la mente hacia lo positivo.
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