Haití y su postura.

 

Dominicanos somos solidarios. Haitianos allá y nosotros aquí. 

Nuestra opinión.

 

Por: Marcelo Peralta.

 

Está bueno “ya”. El pueblo dominicano debe sacudirse ante las amenazas, burlas y atropellos de Haití.

 

Llegó la hora República Dominicana ponga frenos a abusos cometidos por haitianos dentro y fuera de la Patria de Juan Pablo Duarte.

 

Como nacido y criado en la Tierra de Dios me asiste el derecho a defenderla.

 

Políticamente no tengo compromiso con el presidente Luis Abinader, pero considero llegó la hora de apoyarlo ante el peligro que significa Haití.

 

Ese pedazo de tierra de millones de gente hambrientos, carente de conciencia que se dejan manipular por grupos de ricos y delincuentes.

 

En República Dominicana se impone la unidad y la aplicación de medidas enérgicas que demuestre que somos dos naciones diferentes.

 

Dominicanos y haitianos tienen constituciones, leyes, himnos, banderas, idiomas, somos humanos, pero ellos allá y nosotros aquí.

 

República Dominicana es el único país del mundo que auxilia a Haití en todas las circunstancias.

 

Vienen a este país a recibir asistencia médica, formación humana, caminan por las calles sin ser molestados, trabajan en escuelas, hospitales, choferes, en fincas agrícolas, ganaderas y otras instituciones.

 

De ellos, hay muchos asesinos, violadores de menores, venden drogas, trafican con armas, falsifican documentos y son tratados como “gente”.

 

Hay que recordar quienes viven de aquel lado del Río Dajabón son descendientes africanos.

 

Cuando en el año 1804 lograron conquistas al independizarse de Francia como gente de raza negra y condenados a pagar miles de millones de euros, los que ocupaban la parte española, también debieron hacer grandes aportes a esa condena.

 

República Dominicana es un país libre, independiente que jamás deberá ser humillado por Haití.

 

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