Transculturación destruye a la de República Dominicana.

Por Marcelo Peralta.

Santiago, R.D.- La recepción, grupal y cultural que sustituye las criollas impuestas por mercaderes en defensa de corruptos acusados está logrando sus objetivos.

Los modelos traídos de otras naciones que obligan a niños, niñas, adolescentes, jóvenes a fumar, consumir, vender drogas, usar modas, embarazarse a destiempo, irrespetar a sus padres, llevar armas de fuego y blancas a las escuelas es lo que está destruyendo los cimientos criollos.

Eso ha generado que millares de hogares se hayan destruidos, que los hombres asesinen a sus parejas, hijos e hijas atenten y ultimen a sus padres,  que anden descarriados por las calles como “guiñapos”,  antisociales, en que las cárceles están llenas de jóvenes que se pudren entre cuatro paredes.

A esta vorágine se une la falta de autoridad factores que están convirtiendo a lo poco queda de la República Dominicana en un desastre, en un país fétido, invivible, por efectos de los robos, atracaos, asaltos, inseguridad, criminalidad, complicidad social, policial, judicial y estatal.

Los valores son devorados como las “fierras hambrientas en las selvas” en donde no hay control de nada y mucho menos regímenes de consecuencias contra quienes cometen sus infracciones.

Preocupantes:

Muchos jóvenes de origen dominicanos se han dejado convencer de indocumentados haitianos para el “consumo de polidroga”; a formar bandas de criminalidades, atracadores, asaltantes, asesinando a indefensos hombres y mujeres humildes y honorables para despojarlos de sus pertenencias.

Por la imposición de modelos foráneos, la República Dominicana ha sido situada en el lugar número nueve de América Latina y Central en que los jóvenes consumen más drogas con 13.8% en que ubica a los hombres con el 1i9.1% y las mujeres 8.5%.

En este renglón, antes que la República Dominicana están Bolivia, Chile, Cuba, Argentina, Jamaica, Uruguay, México, Brasil y en el lugar diez está Paraguay.

En la actualidad el uso de cigarrillo electrónico es un mal social que prolifera escuelas, colegios, centros de diversos, centros deportivos, sociales, culturales   que se imponen de manera vertiginosa.

Estudios revelan que en la actualidad más del 20% de bachilleres consumen y mastican a diario diversos tipos de tabaco con alto contenido de drogas.

Expertos advierten que el uso del “Vapeo” no disminuye adicción, provoca daños pulmonares y cerebrales entre los consumidores.

Esos mismos expertos consideran que en la niñez dominicana prolifera el consumo del tabaco en sus diversas modalidades, teniendo presencia a niveles peligrosos en escuelas, colegios y liceos, con alto índices en los sectores públicos y privados.