En Bolivia triunfó el pueblo y la verdad
Ramón Antonio Veras.
I.- Las masas a la ofensiva
1.- Por más que el poder imperial y las minorías nacionales apátridas se
interesan por frenar el curso de la historia y los cambios sociales, se
impone el deseo de progreso de los hombres y mujeres que procuran una real
variación del actual orden establecido que descansa sobre la base de la
injusticia.
2.- Un sistema social inicuo pretende que los oprimidos de la tierra
permanezcan en estado de marginación social, pero ellos se levantan con
bríos demostrando que una virazón social no solamente es necesaria, sino
también posible, siempre y cuando se pongan en tensión las clases y capas
sociales comprometidas con la renovación de las arcaicas estructuras.
3.- Las masas populares latinoamericanas y caribeñas se hacen sentir
cuantas veces los halcones de Washington, y sus acólitos gobiernos peleles,
deciden desconocer su voluntad política de sacudirse y dar un
giro para el progreso dejando atrás el pasado de oprobio y desvergüenza.
4.- Tarde o temprano; pronto o lento; por la vía pacífica o violenta, poco
importa. De lo que sí estamos seguros es que las transformaciones económicas,
políticas y sociales se van a producir por el empuje, la decisión de las
fuerzas motrices llamadas, dentro del sistema, a cumplir su misión histórica
liberadora, en alianza con todos los grupos humanos lesionados por un modelo
económico ya añejo.
II.- El imperio y sus aliados derrotados en
Bolivia
5.- El imperio norteamericano, por medio de sus mecanismos de penetración
ideológica, encabezados por los medios de comunicación encargados de transmitir
los mensajes venenosos y organismos como la inservible OEA, quiso confundir a
la opinión pública a nivel mundial de que Evo Morales, en Bolivia había ganado
con fraude y que, por tanto, había que derrocarlo mediante el puchismo militar.
6.- Pero el pueblo boliviano se impuso y estableció la verdad de que
ciertamente había elegido a Evo Morales, en un proceso electoral auténtico,
cargado de fidelidad, y ausente de falsedad, trampa o fraude.
7.- Los pueblos con su inteligencia natural se colocan por encima de
aquellos que lo subestiman en el accionar político, y cuantas veces se hace
necesario exhiben su dominio de la realidad política confirmando lo verosímil,
lo cierto, como acaba de ocurrir en Bolivia
8.- El mundo democrático está de fiesta por el triunfo
de la organización Movimiento al Socialismo. Los
derrotados fueron los grupos que a nivel internacional se oponen al
progreso, a la independencia y a la autodeterminación de los
pueblos. Es de desear que el MAS, con el respaldo de las masas siga
el camino que comenzó a transitar bajo la administración de
Evo Morales, que dio inicio a cambios económicos y sociales en provecho de
las grandes mayorías bolivianas.
9.- Derrotados resultaron en las elecciones de Bolivia, el imperio, la OEA,
Almagro, los grupos extranjeros dañinos y la prensa confabulada con
el oscurantismo y el fascismo de nuevo tipo.
III.- La hipocresía imperial y sus aliados
10 .- El imperio juega con cartas marcadas, por lo que hay que estar
alerta, ya que es muy posible que ante la contundente victoria del pueblo por
medio del MAS, los intereses monopolistas armamentistas, farmacéuticos y en
general los halcones del Pentágono, quieran borrar el triunfo
popular, limitar el poder de decisión o mantener la desestabilización mediante
la guerra de baja intensidad, ya aplicada a Cuba, a Chile con
Allende, a la Nicaragua sandinista y a la Venezuela de Bolívar y
Chávez.
11.- Las operaciones arteras son muy propias del imperio, las cuales ha
ejecutado contra gobiernos democráticos, comenzando en Guatemala contra Jacobo
Arbenz y continuando con Juan Bosch, Torrijos, Caamaño, Torres y Allende,
hasta Zelaya, Vilma, Lula y Correa.
12.- Por muy contundente que haya sido el triunfo del pueblo boliviano en
las urnas, el domingo 20 de octubre de 2020, jamás del imperio, la OEA y
sus nefastos aliados en el Grupo de Lima y la Unión Europea, van a dar
demostración de nobleza, enseñar lealtad ni ser sinceros.
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