Bahía de Las Aguilas
Por Marcelo Peralta
Bahía de Las Aguilas ha vuelto
a la Palestra.
Ha vuelto a ser noticia, pero
muy negativa.
Y muy desalentadora.
Ha reaparecido el afán de los abusadores.
Consideramos que debe actuarse
con transparencia.
El presidente Danilo Medina no
debe dejarse sorprender en su buena fe.
El gobernante tiene buenas
intenciones de trabajar por el bienestar del país.
Nuestro Presidente debe tener
los ojos bien abiertos.
Al igual tener la mente bien.
Nuestro primer Mandatario no debe
dejarse oscurecer sus buenas intensiones por los usurpadores de Bahía de Las
Aguilas.
No es justo apropiarse de
terrenos adquiridos ilegalmente.
Cree que el gobierno no debe validar
esos terrenos porque sería legalizar una especie robo.
De hacerlo, sería una decisión
desafortunada.
Si el gobierno favorece a los ilegales
usando sus influencias sería sentar un precedente nefasto.
El estado no debe permitir la
explotación turística de Bahía de las Águilas en las condiciones que se plantea.
Ahí son innúmeras las
irregularidades detectadas y confesas por los involucrados.
Es por eso que decimos que el
caso de Bahía de las Águilas, el Gobierno no debe ceder a la presión.
Sabemos que ahí está parte del
poder económico oscuro.
Pero debe ser neutralizado y
que pase por encima de las decisiones judiciales.
Resulta extraño que se ignore la Constitución y se violen las leyes
sobre Medio Ambiente y de Areas Protegidas 64-2000 y la 202-2004.
La Constitución, la de Áreas
Protegidas y Ambiental establecen bien claro y concreta el carácter
inalienable, intransferible y el tipo de cosas que puede haber en terrenos de
áreas protegidas.
Han querido sorprender al
Presidente Danilo Medina que las parcelas para desarrollar proyectos turísticos
en el Sur, están dentro del parque Jaragua.
Expertos en medio ambiente rechazan
la decisión del Gobierno de explotar turísticamente la zona.
Esos especialistas objetan otorgar
un 45% de los valores generados de la inversión a personas cuya propiedad sobre
los terrenos es cuestionada.
El biólogo Luis Carvajal, catedrático de la Universidad Autónoma
de Santo Domingo- UASD- ha reiterado que es inadmisible, porque mucha gente ha
terminado confundiendo las palabras desarrollar con apropiarse.
La incorporación a los flujos económicos
de toda la reserva de la biósfera Jaragua-Enriquillo, de la cual forma parte el
Parque Nacional Jaragua y Bahía de las Águilas implica hacer inversiones
conjuntas fuera de la zona del área protegida, donde no hay ningún tipo de
conflicto.
Han sugerido a las zonas de Sabana
de Sansón, Cabo Viejo, al sur y al oeste de La Cueva de Abajo, donde la
Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la Academia de Ciencias y el
Grupo Jaragua un modelo integral de desarrollo, por ser menos oneroso en costos para el Estado.
Lo importante es que ello no
viola la Ley de Monopolio.
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