Mujeres quemadas con ácido del diablo exigen al Congreso modificar y endurecer la ley que condena este crimen.
Bonao, Provincia Monseñor Alejandro Nouel,
R.D.-Dos mujeres quemadas con “ácido del Diablo” exigieron al Congreso Nacional
modificar y endurecer la ley que sanciona este tipo de crimen.
Esther Jiménez y María Isabel Tavares, dos
mujeres marcadas con ácido del diablo por agresores a quienes hasta hoy no les
ha alcanzado el brazo de la justicia, convocaron una manifestación frente al
Congreso Nacional este sábado.
Los agresores de estas jóvenes nunca fueron
apresados. Sin embargo, más que la identificación y detención de sus
victimarios, exigen la pena máxima de 30 años para quienes arrojen u ordenen
arrojar “plomerito o ácido del diablo” sobre otras personas.
«Una vida que nunca se
recupera»
En el caso de Esther, su vida cambió a la
edad de 25 años cuando una persona se acercó a su lugar de trabajo (una
cafetería en Bonao) y le arrojó ácido dejándole saber que fue por instrucciones
de un tercero. Sin embargo, a 11 años de lo sucedido, no sabe quien le provocó
este daño.
La joven madre de 4 hijos, perdió un ojo por el contacto con la agresiva sustancia y lleva 27 operaciones en su cuerpo, “ninguna estética”, aclara.
Su mayor anhelo en este momento es poder realizarse
una cirugía en su nariz que le permita respirar correctamente, mientras
sobrevive con las secuelas permanentes en su cuerpo.
María Isabel tampoco obtuvo justicia por su
caso. En la flor de su juventud, a sus 18 años, fue marcada y sepultados sus
sueños de convertirse en médico.
Ningunas de estas mujeres pudieron rehacer
sus vidas a través del estudio y el trabajo. El escarnio público y la
discriminación fueron otras armas letales.
En una entrevista en el programa El Día denunciaron que son rechazadas cuando intentan conseguir un empleo.
La brecha
es tan alta para las personas quemadas, por eso María Isabel demanda la
atención del Estado hacia las víctimas de «plomerito»: la creación de una
fundación que apoye y rehabilite a estas personas, facilidades para la
realización de cirugías reconstructivas, entre otras reivindicaciones.
A raíz de casos como los de María y Esther, el 26 de septiembre de 2010 el Instituto de Protección al Consumidor, dirigido en ese momento por Altagracia Paulino, prohibió la venta de las sustancias con las que se elabora el “ácido del diablo”.
Sin embargo, el tema vuelve a
ser debatido porque a pesar de esta prohibición, desaprensivos continúan
fabricando este químico.
“En ocho años se redujo la venta libre del
ácido del diablo, pero en dos años para acá volvió”, indicó Paulino al ser
entrevistada, quien manifestó que la falta de seguimiento de las autoridades es
el principal factor de porque ha vuelto a comercializarse esta sustancia.
La convocatoria de María Isabel y Esther
esta pautada para las 9:00 de la mañana de este sábado.
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