El lunes 27 transcurren diez años de la muerte del Obispo Tomás Abreu Herrera.
Por Marcelo Peralta
Santa Cruz de Mao, R.D.- Este lunes 27 de junio se
cumplir diez años del fallecimiento de su Eminencia Reverendísima, Monseñor
Jerónimo Tomás Abreu Herrera, quien fuera obispo de la Diócesis de la Región
Noroeste.
Abreu Herrera abandonó casa, familia para consagrar
la vida al sacerdocio, cuando su madre decidió entregarlo a la Virgen de Las
Mercedes en el Santo Cerro de La Vega Real.
Nació el 30 de septiembre de 1930, era un vigoroso
e inagotable narrador de acontecimientos históricos poco divulgados que contaba
con detalles, igual que lo hizo a través de su trayectoria personal.
Desde ese día que su madre lo entregara a la Virgen
de Las Mercedes no tuvo infancia sino estudios a su vocación en la escuela de
su natal Pinar Quemado, municipio de Jarabacoa de donde era oriundo.
Fue un caudal de experiencias cristianas, especie
de archivo humano que registraba en su memoria lúcida hechos sociales,
políticos, clericales.
Desde que llegó a la Región Noroeste nunca se apartó
de sus gentes y creyó canales para contribuir a desarrollar planes a favor de
las cuatro provincias presidente José Desiderio Valverde, Dajabón, Montecristi y
Santiago Rodríguez.
Abreu heredó las serenas virtudes de monseñor Panal,
fue el destinatario de su testimonio personal en cuanto a lo que ocurrió entre
el sacerdote y el déspota Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Era religioso de plática de alma con voz y postura
de santo, que se tornaba cada vez más reveladora en las inolvidables horas de conversaciones.
De sus años en el Seminario Pontificio Santo Tomás
de Aquino al que entró el 8 de mayo de 1948.
Obtuvo licenciatura en Filosofía en la Universidad
de Santo Domingo, viajó a la Pontificia Universidad Lateranense de Roma donde
estudió Derecho Canónico.
Gustaba estudiar, fue delegado de la CELAM,
construyó parroquia en Bonao, donde estuvo varios años-.
Fue párroco de San Francisco de Macorís hasta que
fue electo obispo Mao-Montecristi cuando se creó la diócesis el 15 de enero de
1978, dos meses antes de que el Nuncio Giovanni Gravelli lo ordenara obispo, el
4 de marzo.
Siempre llevó su adorada maleta durante 27 largos años.
Monseñor Tomás Jerónimo Abreu Herrera se apartó de
sus labores pastorales por haber cumplido 75 años de edad, sin embargo nunca se
desvinculó de la Iglesia y murió en Mao, provincia José Desiderio Valverde en
cuya catedral fue enterrado.
En la Catedral será realizado la misa en su honor y
memoria este próximo lunes 27 de junio del año 2022 en sus diez años de haberse
marchado de este globo terrenal.
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