Potenciales errores evitables en el plan vial de Santiago
POR REYNALDO PEGUERO
En la construcción vial que
impulsa con eficiencia el Gobierno, en coherencia con el Plan Estratégico
Santiago 2030, se observan potenciales errores evitables. Deligne Ascención,
ministro de Obras Públicas, debiera evaluarlos y ordenar su ajuste
costo-eficiente.
Nuestra especialidad es la
planificación territorial, no la movilidad urbana. Basamos estos alegatos en
guías de construcción con sostenibilidad ambiental del BID y otras entidades.
Especialmente en propuestas del Consejo para el Desarrollo Estratégico de
Santiago (CDES) www.cdes.do formuladas
entre IDOM y Oficina Técnica PES 2030.
Cinco errores
Primer error: es grave
construir aceras en litorales de la vía primaria de acceso a Santiago desde
Santo Domingo. Ruta de vehículos de carga que mueven anualmente más de 20
millones de toneladas de productos que se trasladan en miles de peligrosos
furgones pesados.
Una vía como la autopista
Duarte, diseñada para velocidades de 100 km/hora, no es propio edificar
andenes, aceras y veredas pavimentadas y elevadas a la orilla, para que caminen
personas. Eso es precipitar accidentes. Provocar que alcaldes construyan a
discreción “policías acostados” y reductores de velocidad.
Segundo error: olvidar que en
vez de aceras de cemento, lo que se impone es sembrar árboles verdes en el
camellón central, como en los litorales. El Santiago verde que deseamos es
aquel repleto de verde y colores naturales. Sistema protector de la
sostenibilidad de la vía.
Por la cantidad de gases
efecto invernadero que procesan, se impone sembrar árboles nativos y
autóctonos. A muchos les gustan “las palmas”, fáciles de diseminar, pero tienen
baja capacidad de reducir temperatura, gases y generar sombra.
Tercer error: la iluminación
debiera garantizarse. Planificarse con base de energía solar. Disponer
luminarias con dispositivos recargables especiales. Luminosidad segura que
reduce accidentes, permite colocar cámaras de seguimiento, monitoreo y control
de la delincuencia.
Cuarto error: conocemos los
planos generales, pero no tenemos claro cuáles soluciones pluviales se prevén.
Recordamos que la ampliación se hace a expensas del colector superficial
central. La escorrentía hacia esa vía es alta y las tuberías pluviales de
Santiago tienen más de 70 años de construidas. Para el municipio Santiago, las
superficies impermeabilizadas por el medio construido, representan más de 41.5
km2 de los 115 km2 de la superficie de la mancha urbana actual.
Quinto error: se impone
evitar hoy los accesos irregulares generados por vehículos que no pueden dar el
giro para llegar a sus residencias y trabajo, y asegurar el tránsito seguro de
bicicletas y motos.
Finalmente, la accesibilidad
a la ciudad de Santiago de los Caballeros debiera facilitar el ordenamiento y
control de la conurbación soportada por su territorio metropolitano con Puñal,
Licey al Medio y Tamboril.
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