Ni muertos los dejan descansar
Estudian proyecto de ley convertir cadáveres humanos en abono de la tierra producir alimentos.
Los cadáveres humanos se
pueden convertir en abono de la tierra de manera exitosa para producir alimentos
para humanos.
Determinó un estudio realizado
por experimentados especialistas de Estados Unidos y que abre la vía a este
tipo de funerales, que ya son legales en varios estados.
La Legislatura se aprobó hace
pocos días el proyecto de ley que legalizaría el “compostaje humano”, la
alternativa a enterrar o incinerar restos humanos que permite que las
instalaciones utilicen reducción orgánica natural para descomponer los cuerpos
en un contenedor sobre el suelo y transformar restos en decir en abono.
Nueva York podría convertirse
en el quinto estado en los EUA en permitir la reducción orgánica natural como
alternativa al entierro o incineración, que es un proceso natural en el
que el cuerpo es devuelto a un nivel elemental en un corto periodo,
que dura aproximadamente un mes y se generan entre 1,1 y 1,5 metros
cúbicos de compost.
Según datos del Observatorio
Mauna Loa, ubicado en Hawai, la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la
atmósfera alcanzó recientemente más de 415 partes por millón mucho más que en
cualquier otro momento de los últimos millones de años.
Los efectos devastadores del
CO2 ya se están haciendo notar. La temperatura global del planeta ha subido ya
un grado y sigue aumentando. Sin embargo, nadie parece pensar en las
consecuencias que ese aumento del termómetro puede provocar a nivel global.
Un estudio del “World
Resources Institute” establece de lo que nos puede pasar si la temperatura del
planeta aumenta en dos grados centígrados: calor extremo, veranos sin hielo en
los polos, aumento de casi medio metro del nivel del mar, desaparición del 8%
de los vertebrados de la tierra y del 99% de los corales marinos.
Todo ello provocaría más
ciclones, inundaciones, olas de calor severas y que un millón de especies
desapareciera del planeta. Sería el principio del fin y, según los expertos,
queda poco tiempo para poner freno a esta situación.
Si no se hace ahora ya no
habrá marcha atrás en el futuro. Los expertos ruegan a los gobiernos de todo el
mundo que tomen las decisiones correctas y que lo hagan ya, antes del 2030.
Cada año en USA se necesitan
hasta 1,600 acres de tierra, equivalente a un poco más de 10 mil tareas, para
enterrar a los seres queridos y esto puede provocar la contaminación del suelo
y las aguas subterráneas debido al proceso de embalsamamiento, mientras las
cremaciones contribuyen a generar 360 mil toneladas de CO2 anualmente.
La Conferencia Católica del
estado de NY, ha argumentado en contra del proceso como irrespetuoso e indigno.
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