Democracia, puestos laborales y Soberanía están cogidas por haitianos.
Por Marcelo
Peralta
La
creciente presencia de individuos haitianos intimida, perjudica y preocupa la tranquilidad
en República Dominicana.
La falta de estricto control migratorio para el actual gobierno no es novedad porque por la frontera cada día cruzar millares de haitianos ante la complicidad de las autoridades militares.
Se ha venido denunciando la existencia de “mafia” entre militares y traficantes de haitianos.
Desde el gobierno central no hay tal persecución y tampoco deportaciones.
El gobierno de Luis Abinader carece de estrategia, vigila, modelo de control migratorio que garantice poder en las fronteras con Haití que evite la masiva incursión de habitantes irregulares.
En la sociedad especialmente en Santiago hay preocupación por la llegada irregular de haitianos, que tienen a esta provincia como principal centro de refugio.
Es creciente la cantidad de hombres, mujeres, menores y adultos de origen africanos, cuestión que va en aumento desbordante.
De seguir ñla masiva invasión, la población haitiana y dominicana abordará la capacidad, lo que reducirá el consumo alimenticio, ocupación habitacional, fuentes de producción, miles se alojan en barrios marginales y cantidades dedicados al oficio del motoconcho improvisando paradas en cualquier esquina.
Otros, en cambio, manejan carros del transporte urbano en las diferentes rutas desprovistos de documentos reglamentarios.
De ilustrarse la gravedad de la situación prevaleciente en el país,
realizarse mediciones concretas, reportes darían como resultados una alta
cantidad de haitianos que asombra en República Dominicana y en especial
Santiago.
La ciudad Santiago de los Caballeros, municipios, distritos, barrios, urbanizaciones, donde en centros comerciales, restaurants, cafeterías, colmados delivery, la mayoría son de origen haitiano.
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