Escritor y exmilitar detalla Balaguer tuvo una crisis de salud mental en 1995.
El exministro de las Fuerzas Armadas general José Miguel Soto Jiménez, asegura en un libro reciente que el presidente Joaquín Balaguer, sufrió en 1995 una crisis de salud mental que lo llevó a retar a duelo a un empresario no identificado.
Los hechos habrían ocurrido tras las cuestionadas
elecciones de 1994 que provocaron el llamado “Pacto por la Democracia”,
que acortó a dos años el próximo período presidencial de Balaguer.
Soto Jiménez afirma en el libro “El Doctor», que
puso a circular este miércoles en la Universidad del Caribe, de esta capital,
que la amenaza provocó alarma en el sector militar de entonces y se temió una
situación de inestabilidad gubernamental.
Carta del 29 de enero 1995.
Según el escritor, la alarma fue provocada por una
carta que envió el mandatario el 29 de enero del año 1995 en la que retaba a un
empresario, a quien no identifica en la misiva, a un duelo a muerte que se
daría el 27 de febrero de ese mismo año, en que 27 días después de haber sido
publicada la epístola, enviada al director del periódico Hoy, Mario
Álvarez Dugan, para ser publicada el lunes 30 de enero.
El escritor Soto Jiménez publica un facsímil de la
carta mencionada, de una página, en la que Balaguer amenaza con informar
en su comparecencia ante la Asamblea Nacional del 27 de febrero “con pruebas
irrebatibles sobre la corrupción que se alega existe en la Administración
Pública”.
“Desenmascararé, con sus nombres y apellidos a los
que han desfalcado el Estado introduciendo al Territorio Nacional grandes
cantidades de mercancías, sin el pago de los derechos establecidos en los
aranceles vigentes.”
Balaguer expresa en la carta, asimismo, que
“denunciaré con pruebas igualmente irrefutables, la connivencia entre gánsteres
extranjeros, especialmente venezolanos y sus homólogos criollos en un
gigantesco contubernio para estafar al Estado Dominicano”.
Según Soto Jiménez, la parte más crucial y
preocupante para los jefes de las Fuerzas Armadas estaba en el tercer párrafo
de la misiva, donde se consignaba que: “Como las ofensas entre hombres solo se
lavan con sangre, invito a la persona que solicitaré como principal beneficiado
y como uno de los principales responsables de este escándalo a comparecer con
el suscrito ante el terreno del honor el próximo 27 de febrero a las 6:00 PM,
en presencia de los padrinos y con la menor espectacularidad posible para que
el incidente sirva de lección permanente a todos los dominicanos”.
El escritor dice que la carta con la firma de
Balaguer llegó a sus manos a través de Roberto Santana, entonces rector de la
Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), quien se apersonó a su casa con
la misiva dirigida a Álvarez Dugan con fines de publicación.
Misiva causó preocupación.
La preocupación que causó la carta en manos de Soto
Jiménez y Santana hizo que se movilizara y participara a distintas personas,
como Hipólito Mejía, quien dijo que se lo informaría a José Francisco Peña
Gómez, principal contendor de Balaguer en las elecciones del año 1994.
A juicio de Soto Jiménez, el temor radicaba en que
“esta grave situación» podría ocasionar el colapso de la gobernabilidad en el
período de transición constitucional formalmente contemplado si se declaraba a
Balaguer interdicto, en «un estado de excepción impulsado por sectores
apandillados, hasta del mismo gobierno”.
El autor de la obra dice que estos sectores podrían
«desconocer el “Pacto por la Democracia con la ocurrencia de las elecciones
generales, en la fecha ya previstas para el año 1996, expectativa que era en
realidad lo que mantenía el país en calma, suspendido en un pretendido
equilibrio preelectoral bastante parecido a los anteriores”.
Soto Jiménez cuenta que ante esa preocupación se
dirigió a la casa del entonces secretario de las Fuerzas Armadas, almirante
Iván Vargas Céspedes, “hombre leal a toda prueba del Doctor Balaguer”, quien
encargó a su vez a su edecán personal, teniente de navío Juan Gilberto Núñez
Abreu, al capitán de navío Rafael Negrete Olivares, comandante del
Batallón de Seguridad de la secretaria de las Fuerzas Armadas, y al capitán de
corbeta Homero Luis Lajara Solá, su ayudante, para que, siempre respetando la
libertad de prensa, impidieran la publicación de la Carta.
En ese momento Soto Jiménez se desempeñaba como el
director de Operaciones de las Fuerzas Armadas y, asegura, diseñó un plan de
suplantar la carta por otra.
PERIÓDICO NO PUBLICÓ CARTA
Sin embargo, al parecer, esto no fue necesario, ya
que el periódico Hoy no publicó la susodicha carta, ni tampoco otros diarios de
circulación nacional.
Los oficiales, a excepción de Santana, amanecieron
ese día, hasta que Vargas Céspedes acudió a la cita diaria acostumbrada con el presidente
Balaguer, a quien encontró en sus labores cotidianas y aparentemente olvidado
del tema. Por esta razón Vargas Céspedes nunca preguntó por el caso.
Colige, Soto Jiménez que la crisis de la salud
mental de Balaguer ocurrió por el “uso o abuso” de un medicamento denominado
“Dormicum” junto con otros fármacos.
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