Huracán Ian causa daños millonarios en Cuba

El Primer secretario del Partido también visitó las fincas La Fortuna, en Alquízar, donde conversó con el productor Juan Luis García Vidal, y la Camacho, en Güira de Melena, óptimamente gestionada por el campesino Miguel Gutiérrez Fuentes.

El Primer secretario del Partido visitó las fincas La Fortuna, en Alquízar, donde conversó con el productor Juan Luis García Vidal, y la Camacho, en Güira de Melena, óptimamente gestionada por el campesino Miguel Gutiérrez Fuentes.

El peso de las producciones en ambas granjas es el plátano, el cultivo más dañado con el paso del huracán Ian por la provincia, que suma, de forma preliminar, 5 000 hectáreas afectadas.

Con todos conversó y a todos entusiasmó, seguro –como dijo en todas las fincas– de que vamos a salir adelante, a pesar de tantos tropiezos.

En Artemisa es el plátano el cultivo más dañado con el paso del huracán Ian a la cantidad de 5 mil hectáreas, detalla el Primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Allí fue recibido por la presidenta y el vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial, la integrante del Buró Político, Gladys Martínez Verdecia, Ricardo Concepción Rodríguez, el miembro del secretariado del Comité Central del Partido, Jorge Luis Broche Lorenzo, y la vice primera ministra Inés María Chapman Waugh.

En las tierras fértiles de este territorio, el Jefe de Estado visitó las fincas Waterloo y La Rosa, ambas ubicadas en el municipio de Artemisa, en las cuales conversó con sus líderes.

El longevo Daniel Evelio González dispone de tres caballerías en usufructo, mayormente de variedades Fihav; la mayoría de las cepas paridas quedaron partidas por la mitad. Junto a sus trabajadores, faena en la recolección de cuanto racimo fue desgajado por el viento en Waterloo.

No es la primera vez que ocurre, pero el campesino no pierde su buen talante y se alista para sanear sus platanales y, a la vuelta de unos meses, empezar a lograr, poco a poco, las cosechas por las que cada día trabaja y cada noche sueña.

En la vecina finca La Rosa, William Ernesto González estaba muy entusiasmado por la exportación a Europa de un alijo de bananos manzanos.

En sus 1,63 caballerías ha logrado un armonioso intercalamiento; a la par de los plátanos hay limón y otras frutas.

El ciclón se ensañó con La Rosa, junto a centenares de plantas de plátano repletas de la fruta, que ahora están en el piso, decenas de aguacates y cocos yacen a la sombra de sus árboles madres.

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