Juventud dominicana empodera y masificada.
Todos juntos.
Por Marcelo
Peralta.
Santiago de
los Caballeros, R.D.-De la mano, atrincherados al pie de Monumento Nacional
Héroes de la Restauración del 1873 y al lado de la estatua del, General
Gregorio Luperón, cientos de jóvenes indignados, aunque con sus rostros
erguidos, se apostaron al centro de la escena, con pancarta s de todos los
calibres, mensajes alusivos y abogado por una “Patria libre” como la anheló
Juan Pablo Duarte.
Desde comienzo de la tarde cientos de
jóvenes se colocan en la calle Doctor Daniel Espinal en el área monumental, buscando
construir sus metas pensando en el presente, sin las aspiraciones políticas, con
una voluntad capaz de exigir sus derechos arrebatados por un sistema excluyente.
En los escenarios en que participan los jóvenes hay
orden, organización, respeto, solidaridad mutua, masificación, exigencia de
mejores condiciones de vida, un país
libre, oportunidades para los jóvenes, entre otras demandas.
El despertar
de los jóvenes dominicanos, hace recordar 47 años atrás, cuando el compositor chileno,
Sergio Ortega Alvarado, lanzó al mercado discográfico la canción de protesta,
la que al, transcurrir los tiempos se convirtió en una especie de “himno”,
porque en uno de sus estribillos dice “El pueblo unido jamás será vencido”.
Aunque a
inicio de la dictadura implantada por el general Augusto Pinochet en Chile, el mismo
Sergio Ortega Alvarado escribió y cantó su segunda canción cuando estaba en la banca “Quilapayún”, la que tituló “Venceremos”.
Esta canción “Venceremos”
tiene un ritmo de marcha, y algunos de sus estribillos son utilizados por los
jóvenes para lanzar “gritos” y “consignas” que lo han adaptados a cualquier
idioma en el mundo.
Los jóvenes se han ingeniado, una serie
de slogans escogido de canciones de protestas, entre las que sobresalen, “De
pie, cantar, que vamos a triunfar”;
Avanzan ya las banderas de unidad, y tú vendrás junto a mí y así veras
tu canto florecer”; “y la luz de un rojo amanecer anuncia ya la vida que
vendrá” y “el pueblo unido jamás será vencido”.
Durante los cinco días de
manifestaciones civilizadas al pie del Monumento Nacional Héroes de la
Restauración, en la estatua del General Gregorio Luperón y en la periferia del
Gran Teatro del Cibao, acuden jóvenes y adultos de todos estratos sociales a manifestar
sus descontentos.
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