La oposición rusa perdió un líder y ganó un mártir.
La muerte de Alexei Navalny es una señal de cómo se ha transformado la dictadura de Vladimir Putin.
A lo largo de dos décadas en el
poder, Putin ha librado guerra contra oponentes.
La muerte de Navalny deja a la
asediada oposición rusa sin su
líder más eficaz y carismático en una generación.
La marea parece estar inclinándose
a favor de Putin en su guerra en el extranjero contra Ucrania.
El 17 de febrero, Oleksandr Syrskyi, el
nuevo comandante de las fuerzas armadas de Ucrania, anunció una retirada de la
asediada ciudad de Avdiivka, en el este de
Ucrania, entregando a Rusia su mayor avance en casi un año.
Mientras republicanos de la Cámara de representantes de
Estados Unidos siguen bloqueando la necesaria ayuda militar para Ucrania.
Putin está preparado para aprovechar las elecciones presidenciales del
próximo mes para reclamar un mandato a su liderazgo en ambos frentes.
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