Feligresía parroquia Beato Mártir Julio Bonnaud director de Santiago Oeste.
Celebrando 100 años de la Coronación de la Virgen La Altagracia ocurrida en 1922 y hoy estamos en el 2022.
Por
Marcelo Peralta foto Guillermo Cordero.
Santiago
Oeste, R.D.- Una legación de feligreses de la parroquia Beato Mártir Julio
Bonnaud, de aquí, festejan los 100 años de la llegada a República Dominicana de
la imagen de la Virgen Nuestra Señora de La Altagracia ocurrida en el año 1922,
la que visitó al director distrital Eddy Báez.
A 100
años de coronación devotos de esta virgen hablan de la historia y leyenda de la
imagen de la Virgen de “La Altagracia” que está en la Basílica del municipio Higüey
situado en la Región Este del país.
Este
día 15 de agosto del 2022 se cumple los primeros cien años de la coronación de
la imagen de la Virgen de la Altagracia, que tuvo lugar en la ciudad
de Santo Domingo tras el periodo de la ocupación militar americana
desde el 1916 hasta 1922, lo que ha significado para el país transcendencia en
el ámbito de la religión católica.
Después
se trasladó la Santa imagen desde el templo San Dionisio, antiguo santuario
en Higüey, hasta la Catedral Metropolitana de Santo Domingo.
Mediante
el decreto 402-22, el presidente Luis Abinader declara “Día de Regocijo Popular”,
aunque sin suspensión de labores en las oficiales del Estado, tampoco
particulares, el día lunes 15 de agosto del año 2022, en conmemoración del centenario
de Coronación de la Protectora del pueblo dominicano, Nuestra Señora de “La
Altagracia”.
Tras
la primera visita del Papa Juan Pablo II, realizada el día 25 de enero de 1979
bendijo el Santuario de la Altagracia, ubicada en la Basílica de Higüey.
Mientras
el día 12 de octubre de 1992 en su segunda visita al país, del Santo
Padre, Juan Pablo II coronó personalmente a la imagen de la Virgen de “La
Altagracia” con una diadema de plata sobredorada.
Los
actos altagracianos se iniciaron el lunes 14 y concluyeron el viernes 18 de
agosto de 1922, cuando en peregrinación marcada por la fe, cientos de
dominicanos regresaron la imagen de la Virgen hasta el municipio Salvaleón de
Higüey.
El
acontecimiento religioso guarda estrecha relación con una leyenda que cuenta la
aparición de la imagen de la Virgen de la Altagracia a mediados del
siglo XVI, cuando todavía no se completaban los primeros 50 del descubrimiento
de América.
Raíces
de una leyenda centenaria.
Dice una
leyenda que ya tiene más de 500 años, que muy temprano, cuando apenas se
iniciaba la colonización española de la isla de Santo Domingo en el siglo XVI,
en un extremo, en el apartado lugar de la región Este que tenía por
nombre Duey, lo que es hoy Higüey, bordeando la costa oriental caribeña en República
Dominicana, surgió un culto milagroso arraigado para la veneración de la santa
imagen de la Virgen María, Madre de Jesucristo, en la advocación de la
“Alta Gracia” que Dios le concedió en su La Basílica de Higüey santuario
de la Virgen de la Altagracia inaugurado en 1971.
Además,
la virgen estuvo en la provincia Montecristi en la Región Noroeste en el mes
de enero 1691.
Lo
que Cuenta la Leyenda.
En la
localidad de Salvaleón de Higüey, antes de que existiera el templo que sirvió
de santuario a la Virgen de la Altagracia se produjeron los primeros
cimientos del culto para 1534 y 1535, como quedó recogido por Juan Elías
Moscoso en su leyenda “La Altagracia”, la cual aparece publicada en la citada
obra de Utrera.
La
leyenda recogida por historiadores y sacerdote ha trascendido en el tiempo, y
al parecer tiene su comienzo en un hecho que fue recogido cientos de años
después por el escritor Carlos Agramonte.
Por
allá, en el año de 1500, vivía en Higüey una “familia de católicos fervorosos,
de origen español.
Dice
la leyenda respecto a la presencia de la Virgen que se apareció y exclamó “Soy
la Virgen de la Altagracia y he venido a proteger a estas tierras de todas las
calamidades. Los habitantes deberán invocarme en tiempo de adversidades,
infortunios y yo intercederé ante el Altísimo y los protegeré”.
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