Comienza en Perú el estado de emergencia
El gobierno de Dina Boluarte declaró ayer miércoles el estado de emergencia nacional en Perú y propuso adelantar las elecciones a 2023 para aplacar las violentas protestas que sacuden el país tras el autogolpe fallido de Pedro Castillo.
“Se ha acordado declarar en estado de emergencia a
todo el país debido a los hechos vandálicos y violentos, a la toma de
carreteras y caminos”, anunció el ministro de Defensa, Alberto Otárola, aunque
aseguró que la policía y las fuerzas armadas controlan la situación.
Las protestas y tomas de aeropuertos y carreteras
han dejado un saldo de al menos siete muertos y unos 200 heridos en una semana,
según la Defensoría del Pueblo.
Boluarte, que hasta hace una semana se desempeñaba
como vicepresidenta, asumió la jefatura de Estado tras el autogolpe fallido de
Castillo y su posterior destitución y detención el miércoles pasado.
Aseguró inicialmente que gobernaría hasta el fin del
mandato de Castillo en julio de 2026, como prevé la Constitución.
Pero una ola de manifestaciones que exigen la
liberación del exmandatario y elecciones inmediatas la llevaron a proponer un
adelanto de los comicios primero a abril de 2024 y luego a diciembre de 2023.
“Legalmente los tiempos calzarían para abril del
2024, sin embargo haciendo reajustes, conversando, estos se pueden adelantar a
diciembre del 2023”, dijo el miércoles Boluarte a la prensa.
El Congreso se reunirá en pleno hoy jueves para
debatir la propuesta de ir a las urnas a fines del año próximo.
Sigue el atropello
Castillo, un maestro rural de izquierda de 53 años,
es acusado de “rebelión” y “conspiración” por la fiscalía, que busca mantenerlo
en prisión preventiva durante 18 meses.
El juez que debía tratar el pedido, Juan Checkley,
reprogramó la audiencia para este jueves a las 08h30 (13h30 GMT) tras aceptar
los alegatos de la defensa, que se queja de no haber recibido todos los
documentos de la causa.
El magistrado indicó que Castillo seguirá detenido
otras 48 horas, a pesar se cumple el plazo de siete días de detención que le
impuso un juez tras su intento de disolver el Congreso y gobernar por decreto.
Castillo se negó a participar en la audiencia
virtual. “¡Basta ya! Sigue el atropello, la humillación y el maltrato.
Hoy vuelven a coartar mi libertad con 18 meses de
prisión preventiva”, dijo.
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