La delincuencia, un monstruo creado a propósito
POR MARCELINO SENA
Ahora que la delincuencia nos arropa, nos pone de rodilla, es bueno
recordar que las últimas dos décadas (2000-2020), fueron 20 años en los que la
República Dominicana se comportó como una incubadora de la delincuencia, tanto
organizada, estatal y la desorganizada.
Si hacemos una media de la edad de los que están delinquiendo, tenemos
que oscilan entre los 18 a los 22 años edad, justamente nacieron y se criaron
en el tiempo al que hago referencia y se educaron bajo la influencia de un
narcoestado, permisivo, corrupto, que lo prostituyó todo.
Los gobiernos de esas dos décadas permitieron que se llenarán los
barrios de drogas a cambio de cobrar peajes para usar en las campañas
políticas, desmembraron la acción judicial, soltando a los delincuentes por
paga, destruyeron la Policía Nacional (hoy sometida a un profundo proceso de
reforma institucional) y llenaron los bolsillos de sus funcionarios con
prácticas corruptas.
Este monstruo (la delincuencia en todas sus modalidades) creado a
propósito y que hoy nos controla, amerita que se le enfrente de manera
enérgica, contundente, con el compromiso decidido, no sólo de la Policía
Nacional, sino también del Gobierno Central y la sociedad en sentido general.
Y así se está haciendo. La acción policial, que antes era muy criticada,
ya está encontrando el respaldo de la sociedad, nunca había visto a la gente
celebrar que la institución del orden mate a los delincuentes, hacía mucho
tiempo que no se había actuado así desde el Estado.
Pero el deterioro social es tan profundo que se necesitará más de un
cuatrienio de gobierno para erradicar ese mal. El gobierno no debe bajar la
guardia y si tiene que imitar la acción de Bukele en El Salvador que lo haga,
todo por la seguridad de las personas decentes que cada día salen de sus casas
a trabajar, los jóvenes que cada día se trasladan a sus diferentes centros de
estudios.
Como dijo en el 2008 el entonces Cardenal Nicolas López Rodríguez, los
delincuentes el único idioma que entienden es el de los tiros, así hay que hablarle.
Los derechos humanos deben ser, no solo para los antisociales, deben
aplicarse a las víctimas de estos.
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