Por irrespeto ciudadano el COVID19 será un cóctel el matar a miles de dominicanos.


aglomerados - N Digital

Por Marcelo Peralta

Santiago, R.D.- Si persiste el irrespeto ciudadano a las medidas sanitarias impuestas por el Estado, la pandemia del COVID19 en República Dominicana será un cóctel explosivo social, democrático y económico que dejará secuelas inimaginables entre la generación actual y la porvenir.

Además de dejar cantidades de muertos, dementes, destrucciones de hogares, aumentará la pobreza,  desnutrición, crisis económica, social y política que afecta al país y aparecerán otras plagas con la entrada masivas de haitianos sin controles sanitarios.

Esos descontroles haciendo más vulnerable al país, la propagación del virus en pleno invierno, el que se convertiría en el cóctel predilecto y explosivo en una nación desestabilizada por demás, en que se originarían protesta, incremento de la pandemia, hambre, desnutrición, escasez y enfrentamientos entre haitianos y dominicanos por el control de la nación.

Politólogos y expertos en materia de salud y económico entienden que los cambios políticos y sociales en el país y la sobrecarga de los haitianos, convertirá a la República Dominicana en una “bomba de tiempo”, tras las posibles pugnas prevalecientes en la isla.

Los haitianos maduran desde hace décadas la idea de que la pobreza que padecen obedecería a los niveles de pobreza que arrastran a diferencia de los dominicanos luego del rompimiento de las relaciones entre españoles y franceses tras reubicarlos en la parte oeste de la isla, cuando ellos la invadieron y ocuparon por 22 años llevándola al atraso.

Muchos de ellos consideran que todos factores negativos, sumados a la pobreza, crisis sociales, económicas que en la actualidad padecen es debido al atraso que han vivido, contrario al desarrollo que experimentan los dominicanos.

En los últimos años, han ultimado planes de invadirla pacíficamente contando con el respaldo de malos dominicanos, empresarios, políticos, militares, comerciales y organismos internacionales.

En la actualidad el país está lleno de haitianos apoyados por las potencias como Estados Unidos que se cansó de ayudar a esa nación; Francia y Canadá que los abandonaron a su suerte y ahora República Dominicana es la que cargará con esa “desgracia”.

El país está viviendo una profunda crisis de la democracia, en que las instituciones no son capaces de dar soluciones efectivas, eficientes y a la altura de las demandas de los ciudadanos antes, después y menos durante la pandemia del covid19.

En las actuales circunstancias el sistema social, económico, sanitario es tan frágil que no se asegura un porvenir promisorio, en que habrá que decretarse el confinamiento total y cerrar la frontera, con el objetivo de tratar de proteger el país, aunque ya con millonadas de haitianos dentro con muchas dificultades.

Ante las dificultades, las autoridades no disposiciones de las restricciones y falta de controles para detener los movimientos de incursiones de miles de haitianos que diariamente cruzan la frontera son controles sanitarios catapultando las cifras de contagios de diversas patologías.

Entre dominicanos y haitianos hay enormes desigualdades respecto a comportamientos, sistemas sanitarios, costumbres, idiomas, capacidades en las formas de pensar, actual y comportarse.

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