Un exalumno asesina tres personas hiere 11en dos escuelas en Brasil y escapa
Los
fallecidos son dos profesores y un alumno de primaria, mientras que otras
cuatro personas, entre ellos una niña, se encuentran internadas en estado
grave, según informaciones oficiales.
El
agresor, exalumno de uno de los centros educativos, fue arrestado horas después
del ataque y confesó el crimen, que dijo haber planificado durante dos años,
pero no explicó el motivo.
Las
autoridades no han revelado la identidad del autor confeso del tiroteo, por
tratarse de un menor de edad.
El joven
accedió a la escuela Primo Bitti por la mañana, en horario lectivo, forzando el
candado de la puerta trasera del centro educativo, donde estaba matriculado
hasta el pasado junio.
Se
dirigió a la sala de profesores, ubicada a 20 metros de la puerta, y abrió
fuego a discreción contra once maestros, que se encontraban reunidos en una
pausa entre las clases.
A
continuación, salió de la escuela y fue al Centro Educacional Praia do
Coqueiral, un colegio privado situado en la misma avenida, disparó contra
varios niños y huyó.
La Policía
logró localizarlo y arrestarlo horas más tarde, en una casa de la familia
situada en el estado de Espíritu Santo, en el este del país, aunque las
autoridades no ofrecieron más detalles para proteger la identidad del menor.
Tras ser
detenido, confesó el crimen, hizo un relato con calma de los hechos y dijo que
llevaba dos años planificando el ataque, pero sin detallar sus motivos.
El
gobernador de Espíritu Santo, Renato Casagrande, dijo en una rueda de prensa
que el joven tiene un "problema de salud mental" por lo que recibe
atención psiquiátrica.
En el momento del ataque, llevaba en la ropa una cruz esvástica, por lo que las autoridades investigan si pertenece a alguna organización extremista.
El
agresor es hijo de un policía y en el ataque usó dos armas de su padre, una
pistola semiautomática y un revólver, que es propiedad de la Policía
Militarizada regional.
En su
relato, el atacante dijo que planificó el crimen durante dos años pero no
explicó los motivos y disparó "sin un blanco definido", según dijo el
secretario de Seguridad Pública regional, Márcio Celante.
El crimen
causó conmoción en Brasil y fue condenado por el presidente electo, Luiz Inácio
Lula da Silva, quien asumirá el poder el próximo 1 de enero.
Lula dijo
que recibió los hechos "con tristeza" y manifestó su
"solidaridad con los familiares de las víctimas de esta tragedia
absurda", que aún no ha sido comentada por el actual presidente, Jair
Bolsonaro.
El
gobernador Casagrande criticó la "cultura de violencia" que se vive
en Brasil, el país con mayor número de asesinatos del mundo, pero donde no son
habituales los tiroteos en las escuelas.
"Esto
muestra cómo la cultura de violencia está presente en algunas personas, y
desafortunadamente en algunos jóvenes", dijo Casagrande.
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