El cambio climático no es el responsable de la sequía en Argentina, Uruguay y Chile.

 

Gran parte de Argentina, Chile y Uruguay se tambalea bajo condiciones de sequía y los últimos cuatro meses de 2022, la región ha recibido menos de la mitad de la precipitación media, resultando en los niveles más bajos en 35 años.

Esto, combinado con las altas temperaturas, ha provocado pérdidas generalizadas de cosechas y dificultado el acceso al agua.  

Argentina, Uruguay y Chile atraviesan una sequía extrema y altas temperaturas provocando pérdidas de cosechas y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria, acceso al agua, salud de las personas y ecosistemas.

Científicos de Argentina, Colombia, Francia, los Estados Unidos, los Países Bajos y el Reino Unido han colaborado para evaluar en qué medida el cambio climático inducido por el ser humano ha alterado la probabilidad y la intensidad de las escasas precipitaciones que han provocado la sequía, centrándose en los tres meses especialmente graves, de octubre a diciembre de 2022.

Sin embargo, ha demostrado que el cambio climático ha producido un aumento de las temperaturas en la región, lo que probablemente ha reducido la disponibilidad de agua y empeorado los impactos de la sequía.

El alto impacto de la sequía en la agricultura y la actividad económica pone de manifiesto la necesidad de reducir la vulnerabilidad ante la falta de precipitaciones, tomar medidas que mejoren la gestión del agua y la anticipación de la sequía mediante previsiones estacionales y establecer mecanismos de seguro para ayudar a los agricultores a hacer frente a estos fenómenos y mejorar la resiliencia.

Impacto económico

Argentina, a pesar de ser uno de los principales exportadores de trigo del mundo, prevé que las exportaciones agrícolas para 2023 caigan un 28% en comparación con los niveles de 2022.

Informes de la Atribución Meteorológica Mundial, la sanidad de los cultivos en Argentina es la peor de los últimos 40 años, con graves repercusiones previstas en las cosechas de trigo y soja.

Entre enero de 2022 y enero de 2023, los ingresos por exportación de cereales y oleaginosas de Argentina ya han disminuido en un 61%.

En Uruguay la sequía extrema, declaró la emergencia agrícola en octubre de 2022 y más de 75 mil personas sufren la falta de acceso al agua potable y el acceso al agua para los cultivos y el ganado también es limitado.

Tras 13 años de escasas precipitaciones, la situación agrava la tendencia a la desecación y sitúa al país a la cabeza de la crisis hídrica de la zona.

Temperaturas extremas.

La región también sufre olas de calor intensas, cuya frecuencia y duración han aumentado por el cambio climático.

En el estudio reciente realizado en la zona, los científicos de la Atribución Meteorológica Mundial han descubierto que el cambio climático inducido por el ser humano ha provocado que las temperaturas extremas en diciembre de 2022 fueran unas 60 veces más probables.

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