Por ataques de deictadura de Daniel Ortega monjas católicas abandonan a Nicaragua
Tras las arremetidas del régimen contra la Iglesia, monjas de la Trapa abandonaron Nicaragua después de 22 años de servicio.
Se trata del segundo grupo de
misioneras que dejan al país en menos de un año, en medio de las feroces
críticas de Daniel Ortega a la institución religiosa. Las monjas dijeron que la
migración fue debido a “motivos de la Orden”
Una decena de monjas trapenses
abandonaron Nicaragua “por motivos de la Orden” después de 22 años de presencia
en el país centroamericano, y continuarán su misión pastoral en Panamá,
informaron este martes las religiosas.
La decisión fue tomada una
semana después de que el dictador de Nicaragua, el sandinista Daniel
Ortega, calificara de “mafia” a los sacerdotes, obispos, cardenales y al papa
Francisco.
“Nosotras, las hermanas
trapenses de Nicaragua, hemos dejado voluntariamente el país por motivos
de la Orden, falta de vocaciones, ancianidad de varias hermanas”, aseguraron a
través de un mensaje divulgado en sus redes sociales.
“Seguiremos siempre unidos en
la oración, en la amistad y el cariño que el Señor nos ha regalado durante
estos 22 años”, agregaron las hermanas trapenses.
Explicaron que su “nuevo
destino es Panamá” y enviaron un “gran abrazo fraterno a todos y
nuestro agradecimiento”.
22 años de misión pastoral
Las monjas trapenses
pertenecen a la Orden monástica católica OCSO, por su nombre en
latín (Ordo Cisterciensis Strictioris Observantiae), bajo la regla de
San Benito, y tenían el monasterio Santa María de la Paz, en el municipio de
San Pedro de Lóvago, departamento de Chontales, centro de Nicaragua.
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