Así pienso del valor de la ignorancia
Por: Marcelo Peralta
La República Dominicana que quiere decir “Tierra de Dios”, recibe acerbas
críticas de personajes nacionales, entidades, medios de comunicación y grandes
agencias de prensa a nivel mundial.
Simplemente, por eso fatal uso de la ignorancia, debido a que las personas incultas no
respetan nada, nadie, son intolerantes, fijan marcos jurídicos, quienes, a la
vez, son irresponsables.
Nos referimos al caso Hilario Pascual “El Grillo”- que funge de
sepulturero en el cementerio Cristo Salvador, de San Isidro, Santo Domingo Este
y los seis niños que dejó frente cuando debería llevarlo a su destino final
rehusando hacerlo, alegando él estaba “metido en tragos”.
La falta de cultura en la persona lo lleva a ignorar,
desconocer, comprender y siempre alega carecer de formación sobre tal cuestión.
Este inadecuado acto de intolerancia
del “panteonero” El Grillo” causó sin darse cuenta una de las noticias más relevantes en las últimas
semanas.
Ahora, la presión social recae sobre ese “infeliz ignorante” cuando en
realidad debería comenzar por otros estamentos dirigidos por personas culpables
que colocan a República Dominicana en el “hazme reir” mundial.
El gobierno tiene grandes retos de hallar a los culpables de esta
aberración, juzgarlos en la justicia, sancionarlos, desde el tribunal mandarlos
a la mazmorra por haber dañado el significado de República Dominicana.
Esa combinación de factores son ingredientes peligrosos para el país, crecimiento
humano, personal, profesional de futuros profesionales en las áreas de la
Medicina, político, social, empresarial, ya que la sociedad está perdiendo la confianza
en esos sectores.
Es comprensible, que la sociedad está llena de gente que sufren ansiedad,
síndrome que afecta la salud mental a muchas personas.
Cuando la culpa va hacia un débil hay tiempo suficiente para liberar a
culpables.
En las dificultades se deben aprender y encausar alternativas para no
repetir esos errores en el porvenir.
Este problema no ha sido causado por falta de
conocimiento de las personas involucradas, sino a negligencias de quienes
tienen el poder y deber de transmitir el mensaje.
El desafío ahora está en las autoridades en sentir
que no es suficiente la sanción a imponer a alegados responsables, sino el cómo
enmendar el descrédito contra República Dominicana.
Si el estercolero de sistema en que vivimos existiera
“régimen de consecuencia”, muchas serían las cabezas que rodaran en el suelo,
por la falta de respeto al ser humano, violado desde la gestación, hasta su
destino final.
Me gusta decir que soy orgullosamente ignorante en
muchos aspectos; pero, especialista en aquello que es realmente relevante para
mí.
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