Hospitales del país llenos de pacientes con dengue por torpezas del gobierno.
Por: Marcelo Peralta prensaglobal.
Santiago, R.D.- Las improvisaciones, falta de estrategias, ausencia de vigilancia
sanitaria, falta de voluntad del gobierno carente de capacidad en reforzar
debilidades de combate al mosquito productor del dengue, provoca hospitales
estatales, clínicas privadas, hasta lugares de curanderos luzcan llenos de pacientes.
Es evidente, el gobierno de Luis Abinader,
funcionarios del sistema sanitario, carecen de claves con fines de hacer frente
al brote de dengue que cuesta vidas de niños, adolescentes y adultos, en
hospitales y clínicas no resisten y tampoco tienen espacios para acoger más enfermos.
El gobierno de Luis Abinader con el objetivo de
ocultar el desborde del sistema sanitario, ha prohibido a directores de
hospitales ofrecer estadísticas del número de pacientes internos y cifra de muertos por esta
causa.
El volumen de enfermos y fallecidos fluye con ligereza,
la ciudadanía especula y periodistas tienen ahora, después de la medida del
gobierno de Luis Abinader, salen reales informaciones que desnudan la realidad.
Se evidencia del gobierno del mal llamado “cambio”
carece de estrategias en luchar contra la pandemia, se sobrepone
la capacidad de centros de salud y no hay manera de combatir y dar respuestas a la pandemia.
La brutalidad estatal ha dado pie que partidos opositores
saquen ventaja de la situación, aumenten la cantidad de adeptos y redúzcanla credibilidad
del PRM en el poder.
Ha sido tímida la campaña de eliminación de criaderos
y mosquito que produce el dengue y centros de salud en el país no tienen
espacios donde recibir pacientes.
En el país hay temor por el incremento de la
enfermedad; desde el gobierno no se vislumbra estrategias ni medidas reales frente a la pandemia.
Se carece de compromisos anticipados donde la población debería recibir
orientaciones, lo que se atribuye a la incapacidad estatal.
Mientras un alto porcentaje de la población más vulnerable está enferma
y no hay espacios en centros de salud pública ni privada.
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