Murió en Sabaneta doña Nana Estévez viuda Almánzar ejemplo de honestidad y solidaridad.

Por: Marcelo Peralta

Por: Marcelo Peralta 

En la población Sabaneta, provincia Santiago Rodríguez situada en la agreste Región Noroeste, ha fallecido por dolencias corporales, una mujer honesta, altruista trabajadora, madre, abuela y pilar de la humildad.

 

Nana Estévez viuda Almánzar, descendiente de una familia paterna y materna de 11 hermanos, nacidos en el paraje Minaya, Cercadillos, situado al Sur del municipio Sabaneta.

  

En la historia de doña Nana Estévez se escribe de la humanidad de cómo vivió, mujer callada, madre ejemplar, esposa del empresario don Santiago Almánzar, quien fue diputado el partido Unión Democrática-UD- quien procrearon varios hijos, en su mayoría profesionales de diversas ramas del saber.

 

Vivieron en la calle Restauración entre la José Marte y batalla de Capotillo, antes de radicarse en la Próceres de la Restauración frente al obelisco a los héroes del año 1863.

 

Escasamente en la Historia sabanetera en la actual generación pueda existir en esta zona mujer con el parentesco de doña Nana Estévez viuda Almánzar.

 

Parientes cercanos, detallan era mujer de iglesia, solidaria, protectora de la familia, ayudaba a gente necesitada, hábitos que aprendió de rasgos paterno y maternos.

 

Siempre estaba llena de voluntad para extender su mano al necesitado.

 

Los domingos iba con su esposa la misa y hacer contribuciones en pos de construir mejor sociedad.

 

Aportaba vía la Religión Católica para causas sociales justas, personas necesitadas y la posteridad.

 

Asumió de manera firme el rol de madre, esposa y mujer de la sociedad sabanetera.

 

Estuvo siempre presente y en libertad de aportar recursos económicos en solidaridad a la realización de actividades caritativas y otras sin fines de lucro.

 

 

Gozaba de estatus social, disfrutaba de respecto a sus derechos ciudadanos, caminaba por las calles de manera libre.

 

Su voz y posición era muy valorada en sus planteamientos en la Religión Católica al hacer sugerencias cuando se trataba planificar eventos de índoles sociales, religiosos y comunitarios en que el más pudiente debía a portar más.

 

Además, tenía presente que se debía cuidar, proteger, guiar, apoyar al necesitado.

 

Había una actividad para recaudar fondos que serían destinados a obras de carácter social que haría la iglesia Católica y en un coloquio “doña Nana Estévez viuda Almánzar relató la fortaleza de su matrimonio con su esposo don Santiago Almánzar, porque cuando él llegaba tarde en las noches a la casa, se iba a la cama y ella le cantaba una canción para que se durmiera en tranquilidad”.