Economista y político Fernando Alvarez Bogaert valora adecuación Puerto de Manzanillo
Fernando Alvarez Bogaert.
El economista
y político, nativo de Valverde, Licenciado Fernando Álvarez Bogaert apoyó la incoativa
del presidente Luis Abinader de readecuar el puerto presídete José Antonio Salcedo,
situado en el Municipio de Manzanillo, Provincia Montecristi.
En un
artículo que difunde en los medios de comunicación del país, Álvarez Bogaert,
el presidente del Partido Unidad Democrática, resalta la importancia económica,
política y social de esa terminal para el país y el mundo.
He aquí el
artículo:
Necesidad de la reconstrucción del Puerto de Manzanillo.
En los procesos disruptivos en que nos encontramos y ante los cambios en el
comportamiento del consumo, un movimiento de esta naturaleza, para nosotros,
dentro de estos procesos, está en el puerto de Manzanillo, dada la proximidad
geográfica y la proximidad económica.
Estos son
los dos factores esenciales en una economía Mundial sin barreras, expuestos en
los modelos de gravedad de Thomas Chaney. La proximidad geográfica indica el
tiempo que lleva el producto desde la salida hasta la llegada a las costas de
destino.
Una vez
habilitado el Puerto de Manzanillo, después de haber creado una zona especial
amplia, en la Línea Noroeste, similar a la de Shengen, el producto llegará a
puerto ida y vuelta, cubriendo, aproximadamente, solo 100 kilómetros.
Mientras
que, enviando la carga desde Santo Domingo, la ida y vuelta cubre 600
kilómetros. Enviando la producción de la zona especial vía Manzanillo, el costo
de transporte marítimo y terrestre de la carga sería, aproximadamente, entre
30% y 40% menos, si fuera enviada por los puertos próximos a la capital.
Desde
luego, es muy importante enfrentarse al costo de electricidad: el país ocupa el
puesto 117 de 138 en cuanto al costo de la electricidad se refiere. Y, por otro
lado, el costo de transporte, también hay que enfrentarlo, pues es de 30% mayor
que el costo de los países de Centroamérica. Evidentemente, estos son puntos
que debemos tomar muy en cuenta, para buscarles las posibles soluciones.
El
comercio de China y México ha crecido desde el 1994 de 500 millones dólares a
74 mil millones. Por esa razón, China ha invertido entre 30 a 40 billones de
dólares, fundamentalmente, en infraestructura.
En el caso
de la costa este norteamericana, con 170 millones de consumidores reales,
México no tiene acceso económico a esa zona. Hay solo dos naciones con
posiciones estratégicas para abastecer a esta zona: Cuba y República
Dominicana. Cuba terminó el Mega puerto de Mariel (con inversión extranjera),
pero no han podido utilizarlo porque el embargo se ha mantenido, este no es el
caso nuestro.
Si nos
enfrascamos a hacer el megapuerto de Manzanillo, que tiene 48 pies de calado, y
enfrentamos los problemas del costo de la luz y el transporte, no hay límites
para la Zona Especial a la línea Noroeste; florecerá plenamente.
Otro
factor que le ha dado mucho resultado a los países asiáticos, metida de lleno
en la competencia internacional, es el siguiente: el “Salario diferenciado”, o
sea, que no debe haber un solo salario, con diferencias de costos de vida, por
ejemplo, no es el mismo salario mínimo el de Santiago, que el de Dajabón o
Montecristi.
Este
factor aún se mantiene como éxito de las naciones asiáticas.
Es
evidente que una educación tradicional no produce el trabajador que demanda una
parte importante de la zona de exención, por lo que resulta necesario crear una
alianza con instituciones educativas, que permita crear la mano de obra
calificada y especializada que se requiera.
Ese es uno
de los mejores logros del Sistema Educativo Alemán, con la creación del
Realschule, en el que se identifica a temprana edad si el estudiante va a un
nivel técnico o profesional. Esto se hace más importante a medida que se crean
las capacidades para poder ser más competitivos, o sea, pasar de un país de
espalda a la globalización a uno inmerso en ella.
Es
importante que, dentro de los principales puntos de acción de las nuevas
autoridades, esté considerado este gran proyecto.
Es por
todo esto que nos sumamos a ese imperativo: la necesidad de la reconstrucción
del Puerto de Manzanillo.
Si se
realiza este anhelado y necesario proyecto, no hay duda, que se casarán con la
gloria, pues al sumarse a la globalización (luego de vivir de espalda a la
misma por más de 25 años) y reducir la brecha comercial, proveerán de
prosperidad, en un momento histórico tan especial como este en que vivimos, al
pueblo dominicano.
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