Mis reflexiones sobre el Golpe de Estado al Presidente Bosch.
Alfredo Cruz Polanco (alfredocruzpolanco@gmail.com)
“Nosotros podemos
caer pero el pueblo no debe permitir que caiga la dignidad democrática”
Juan Bosch.
Este
25 de Septiembre se cumplen 57 años de aquel fatídico, funesto, vil, cobarde y
criminal Golpe de Estado ocurrido en 1963 contra el primer gobierno constitucional
y democrático que se dio el país, luego de que fuera decapitada la dictadura de
Rafael Leónidas Trujillo, presidido por el Profesor Juan Bosch, electo legítimamente
con casi el 60% de los votos emitidos en las Elecciones Generales del 20 de diciembre
de 1962, con apenas siete meses en el poder, con el apoyo de la oligarquía
empresarial, los altos jefes militares, la Unión Cívica Nacional, la Embajada
de los Estados Unidos y lamentablemente, por la jerarquía de la iglesia
católica.
Esta
fecha no puede pasar desapercibida, pues “aquellos que no pueden recordar
el pasado están condenados a
repetirlo”. Consideramos que las presentes y futuras generaciones deben
conocer todo sobre este fatal acontecimiento de nuestra historia reciente, pues
le generó a nuestro país un retroceso de más de 50 años en lo económico,
político, social, cultural e institucional, del cual todavía no nos hemos
recuperado.
Para
un país en vía de desarrollo como el nuestro, cuando se interrumpe o se quiebra
el orden constitucional, le toma mucho tiempo poder recuperarse. A pesar de
haber transcurrido ya 57 años de aquel fatídico Golpe de Estado, aún están
vigentes las consecuencias catastróficas de ese imperdonable y bochornoso
hecho, pues continuamos arrastrando una gran deuda social acumulada y una serie
de males, que por falta de voluntad política, parecen interminables; los mismos
que Don Juan enfrentó y que fueron las razones por las que no lo dejaron
gobernar.
El
fantasma de los golpes de estado todavía no ha desaparecido. Ya no se producen
de forma violenta como ocurrió contra el gobierno de Bosch y el de Salvador Allende
diez años después en Chile. Ahora se aplica la presión internacional utilizando
los poderes fácticos nacionales para obligar a los presidentes a renunciar,
como ocurrió en Brasil contra Dilma Rousseff y recientemente contra Evo
Morales, en Bolivia, después de este haber realizado una excelente gestión
gubernamental, pero su afán desmedido de querer continuar en el poder por más
de tres períodos, hizo que todas sus grandes realizaciones lamentablemente se
echaran por el suelo.
En
ese espejo todos debemos mirarnos pues el continuismo, más allá de lo que dicta
la Constitución de la República, puede resultar muy peligroso para el país.
Si
aún confrontamos graves problemas económicos, políticos, sociales y culturales;
si en 1965 libramos una sangrienta guerra civil entre dominicanos, exigiendo la
reposición del Presidente Bosch, la cual fue abortada por la invasión de más de
cuarenta y dos mil marines auspiciada por la OEA; si hoy no hemos podido cumplir
con los Objetivos de Desarrollo
Sostenibles, exigidos por la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que están contemplados en nuestra
Estrategia Nacional de Desarrollo, se debe precisamente a este abominable
acontecimiento, que llenó de sangre, luto y dolor a nuestro país, por lo que en
nuestras escuelas debe ser dado a conocer para que no se quede en el olvido y
que todos colaboremos para que no vuelva a suceder.
Este
aniversario casi coincide con la inauguración de un nuevo gobierno, que ha sido
denominado el “Gobierno del Cambio”, presidido por el señor Luis Rodolfo Abinader
Corona, del cual la población tiene grandes expectativas. Ojalá que su gobierno
no pierda de vista que desgraciadamente aún está pendiente de completar el
proceso de transición hacia un orden democrático, el cual fue iniciado durante
el gobierno sietemesino del ex Presidente Juan Bosch pero que fue interrumpido
con su derrocamiento. Ya es tiempo de romper con la cultura de continuar
haciendo casi siempre más de lo mismo y no contribuir con el fortalecimiento de
nuestras instituciones democráticas.
Máster en
Relaciones Internacionales
Ex Miembro
titular de la Cámara de Cuentas de la República
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