Salvador Allende en la Memoria Histórica
El 11 de septiembre de 1973 caía asesinado en Chile el presidente democrático y progresista Salvador Allende. Su muerte provocó consternación e indignación en la mayoría de los países del mundo, y en los que aspiraban que en nuestra América se instalaran gobiernos surgidos de las esperanzas de sus pueblos.
En este
47 aniversario de este fatídico y bochornoso hecho, recordamos estos
acontecimientos con el dolor de los que valoramos los esfuerzos de las fuerzas
progresistas latinoamericanas, por lograr la paz y el progreso de nuestros
pueblos.
En
nuestro país, el profesor Juan Bosch protestó este asesinato, planteando lo
siguiente, ´´ nos sentimos comprometidos con la suerte de Chile hasta el
tuétano de los huesos. A Chile y a su pueblo podrán fallarles hombres y mujeres
de cualquier lugar del mundo, pero nosotros no. Lo que se perdió en Chile no
fueron solo la vida de Allende y las libertades del pueblo; fue también una
gran batalla por la liberación de un pueblo latinoamericano, y esa batalla
perdida mantiene enlutadas, desde su nacimiento, las banderas del PLD´´, afirmó Allende Gossens nació el 26 de junio de 1908 y murió defendiendo la dignidad de
su pueblo y de América el 11 de septiembre de 1973, fue médico cirujano y político so
Fue
candidato a la presidencia de la República en cuatro oportunidades: en las elecciones de 1952 obtuvo un magro
resultado; en las de 1958 alcanzó la segunda mayoría simple tras Jorge Alessandri; en las de 1964 obtuvo un 38 % de los
votos, que no le permitieron superar a Eduardo Frei Montalva; y, finalmente, en 1970 en
una reñida elección a tres bandas, consiguió la
primera mayoría simple con un 36,6 % de los votos, siendo en definitiva
ratificado por el Congreso Nacional.
De ese
modo, se convirtió en el primer presidente marxista del mundo, en acceder al poder a través de elecciones generales en un Estado de derecho.
El
gobierno de Allende fue apoyado por la Unidad Popular, una coalición de partidos de
izquierda, La UP se formó en octubre de 1969 con motivo de las elecciones presidenciales de 1970, en reemplazo
del Frente de Acción Popular. Estuvo conformada por
el Partido Radical, Partido Socialista, Partido Comunista, el Movimiento de Acción Popular Unitario, el Partido de Izquierda Radical y la Acción Popular Independiente, incorporándose la Izquierda Cristiana y el MAPU Obrero y Campesino (escisión del MAPU)
en 1973.
Además
contó con el apoyo de la central sindical nacional, la CUT (Central Única de Trabajadores). Los partidos
políticos estaban representados en la Comisión Política de la UP. Para los
simpatizantes independientes se formaron los CUP (Comités de la Unidad Popular)
a nivel vecinal, de servicios públicos y de fábricas.
Con la
investidura de Salvador Allende Gossens como Presidente de
Chile el 4 de noviembre de 1970, se inició en el país el más ambicioso proceso
de cambios sociales, económicos y políticos del que haya sido testigo Chile
durante su historia.
Como
abanderado de la Unidad Popular, Allende no sólo se convirtió en el primer
mandatario socialista en el mundo en ser elegido democráticamente, sino también
el primero en intentar en transitar al socialismo mediante la vía pacífica,
también llamada vía chilena al socialismo, este intento de establecer un Estado socialista aferrándose a los medios
democráticos y constitucionales del Poder Ejecutivo, se destacó por proyectos
como la nacionalización del cobre, la estatización de
las áreas «claves» de la economía y la profundización de la reforma agraria .
El programa
básico de gobierno contemplaba la construcción de un Estado Popular y una economía
planificada, en gran parte estatizada. Aunque la ley de nacionalización del cobre fue aprobada sin
oposición en el Congreso, no ocurrió lo mismo con el intento de
estatizar las grandes empresas. Al no contar con mayoría parlamentaria, el
gobierno decidió echar mano de un olvidado y vigente Decreto Ley N.º 520
de 1932 dictado durante la República Socialista de 1932. Éste le
permitió al gobierno de la Unidad Popular expropiar cualquier industria que
fuese considerada estratégica para la economía.
Además
de la expropiación (que generalmente era precedida por la toma de la industria
por parte de sus trabajadores), el gobierno utilizó otros mecanismos como la
compra de acciones, lo que le permitió controlar casi el 80 por ciento de las
industrias y un número importante de bancos, en el sector agrario se profundizó
el proceso de reforma agraria iniciado por el gobierno de Jorge Alessandri y acelerado por el de Eduardo Frei Montalva, logrando la expropiación de
más de 4.400 predios, sin contar con las más de 2.000 tomas efectuadas por los
trabajadores agrícolas.
En el
área de la salud se mejoró el equipamiento de los hospitales y se estableció un
programa de distribución de medio litro de leche diaria a cada niño. En
educación se impulsó la enseñanza preescolar, básica e industrial, además de
ampliarse el acceso a la universidad., además se expropiaron las grandes
compañías extranjeras sin pagar indemnizaciones, debido al exceso de ganancias
obtenidas en su gestión anterior.
Todas
estas medidas que favorecían al pueblo chileno generaron un amplio respaldo
popular, se vivía un clima revolucionario, de transformaciones profundas, un
pueblo lleno de esperanzas se sentía dueño de su destino, eso se manifestó en
las elecciones de 1971 donde la unidad popular paso de un 36% a un 49% de
votación esto era un ejemplo demasiado peligroso para los poderosos de Chile y
de todo el mundo.
De ahí
que las fuerzas de la ultraderecha comenzaron a actuar, con el apoyo de las
poderosas firmas mineras, bancarias y comerciales norteamericanas que fueron
nacionalizadas y los terratenientes cuyas tierras fueron dedicadas a la
reforma agraria, todos unidos prepararon planes en contra de la gestión de
Allende, que basaron en 6 puntos fundamentales que comenzaban con intentar
dividir la unidad Popular, manteniendo a toda costa el control de los
medios de comunicación.
Este
plan continuaba con la defensa de la propiedad privada e impedir la
expropiación de empresas, la creación de una conciencia anti-Unidad Popular en
las Fuerzas Armadas. Para ello explotar hábilmente todo aquello que pudiera dar
la visión de un país “caótico”, “anárquico”, de “desgobierno y vacío de poder”
y tendencias “totalitarias y antidemocráticas”, conquistar a las capas medias
para un accionar contra el gobierno y provocar el fracaso económico del
gobierno popular.
Todas
estas acciones de la derecha chilena fueron abonando el camino para el golpe de
estado, el cual fue consumado el 11 de septiembre de 1973, con el apoyo de
Washington, y que tal como lo dijera Juan Bosch, ‘los asesinos de Salvador
Allende se atrevieron a liquidarlo físicamente porque tenían tras si el
abrumador poderío norteamericano, y que, en su afán de ocultar la verdad, esa
serpiente llamada Henry Kissinger acabo tragándose su propia cola´.
El
presidente mártir dijo antes de morir lo siguiente” Colocado en un tránsito
histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo.
Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la
conciencia digna de miles y miles de chilenos no podrá
ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán
avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni
con la fuerza.
La historia es
nuestra y la hacen los pueblos´´.
Al
pronunciar sus últimas palabras expreso, ‘estas son mis últimas palabras y
tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que,
por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la
traición”
” ¡Viva Chile!
¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Al
recordar a Salvador Allende, debemos tener presente que su lucha apuntaba a la
construcción de una sociedad socialista democrática enraizada en las
tradiciones nacionales-populares, que creía en construir un auténtico
poder del pueblo para ser sujeto de derechos y protagonista en las decisiones y
las acciones que lucha por una sociedad más justa y equitativa.
El
pensamiento político y humano de Salvador Allende continúa vigente en el pueblo
de Chile y en los pueblos de América Latina y del mundo, su ejemplo vivirá por
siempre.
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