Día de la Tierra y su estabilidad. Crear conciencia y acción ambiental.
Por Marcelo Peralta
El planeta Tierra es
terrestre y rocoso.
Tiene una superficie sólida y
activa.
Dueña de grandes montañas, ríos,
valles y llanuras.
La Tierra es especial por ser
un planeta oceánico.
El agua cubre el 70% de la
superficie de la Tierra.
Nació hace más de 4 mil 400
millones de años.
A través del tiempo, el
golpeo sistemático y dañino de la bacteria humana, como es el hombre.
Eso ha llevado a la Tierra a cambiar
su formación, al igual que la vida desde su primera aparición.
Las especies que habitan en
ella, con el transcurrir del tiempo han evolucionado, debilitándose y
extinguiéndose por los efectos bruscos del Calentamiento Global.
Los entornos naturales y físicos
son seriamente afectados esos constantes cambios y deterioro causado por la
ambición el hombre.
La actividad humana es ahora
una fuerza dominante que acelera el cambio global, alterando la biosfera, superficie
de la Tierra, la hidrosfera y la atmósfera convirtiéndola en pérdida de
tierras silvestres.
También, sobrexplotación de
los océanos, la producción de gases de efecto invernadero, adaptación de la
capa de ozono, degradación de la calidad del suelo, el aire y el agua.
Si desde el gobierno y la
sociedad dejan de lado el descuido a la protección, conservación de los
recursos naturales, la Isla Hispaniola sufrirá grandes catástrofes naturales.
Las ramas de las ciencias
naturales, también, deben contribuir a la comprensión de los eventos del pasado
de la Tierra, debido a sus grandes cambios geológicos, diferenciación en capas,
creación de corteza continental, movilización de la litosfera por la tectónica
de placas.
Está la configuración de
equilibrios químicos, oxidación, intensos cambios climáticos, episodios
catastróficos como sucedió reciente en las provincias Santiago Rodríguez y la presidente
José Desiderio Valverde con destrucciones de casas, árboles, plantaciones
agrícolas, desbordó ríos, arroyos y cañadas.
Se impone, de ahora en
adelante, trabajar por la estabilidad de la Tierra para que resurja la vida humana
sana.
Hay que reforzar las estructuras abióticas que darían origen al último antepasado como común universal y a la vida en general.
Protejamos la Tierra que es
nuestro hábitat.
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