Dictador de Nicaragua Daniel Ortega manda preso familiares entera de opositor.

La b0rutal represalia del dictador micaraguense Daniel Ortega se ikn crementa cuando condenó a la cárcel a la familia entera de un opositor al que no pudo capturar

El régimen sandinista inició un nuevo patrón de represión: tomar de rehenes a familiares para lograr la captura de los opositores que persigue

Nicaragua.-Esta semana, el juez Félix Ernesto Salmerón confirmó la sentencia a penas de entre 8 y 10 años de cárcel contra Jeannine Horvilleur Cuadra, de 63 años; su hija, Ana Carolina Álvarez Horvilleur, de 43 años y su yerno Félix Roiz Sotomayor, 57 años, quienes fueron detenidos el pasado 13 de septiembre en una de las represalias más crueles que ha ejecutado el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua.

La policía nicaragüense apresó a la familia Álvarez- Horvilleur - Roiz después que fracasó en su intento de capturar esa noche al opositor Javier Álvarez Zamora quien, avisado de las intenciones del régimen de Ortega, estaba saliendo del país por puntos ciegos en ese momento.

Álvarez Zamora es esposo, padre y suegro de los condenados por el juez Salmerón.

Con la captura de esta familia completa, el régimen nicaraguese inició otra etapa en su escalada represiva: tomar de rehenes a familiares para lograr la captura de los opositores que persigue.

“Yo creo que haberlas capturado es una aberración tan grande, porque están entrando a lo más íntimo de tu familia. Eso es lo más sagrado que una persona tiene. Este es un nuevo escalón.

Van para arriba. Están subiendo la parada. Están llegando a un punto donde destruyen o intentan destruir lo más íntimo o sagrado que una persona puede tener”, expresó Álvarez, tras llegar a suelo costarricense y conocer la detención de sus familiares.

La familia detenida permaneció en condición de desaparecida por unas 48 horas pues ninguna autoridad daba cuenta de su paradero. Fue en una segunda visita a la cárcel El Chipote, donde están recluidos 59 presos políticos, que uno de los carceleros confirmó que ahí estaba.

 “Aquí los tenemos y no los vamos a soltar hasta que el hijo-de-tal-por-cual se presente aquí”, relata Javier Álvarez que le dijeron a un familiar, haciendo una clara alusión a su entrega.


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