Día de la juventud que siempre busca ilusión por alimento. Algunos frustrados y otros enterrados.

En los últimos años miles de jóvenes dominicanos han muerto en accidentes de motocicletas, drogas, delincuencia, viajes en yolas, cruzando ríos, montañas incursionando en México y llegar a Estados Unidos buscando oportunidades porque el gobierno dominicano no se las ofrece.

Por Marcelo Peralta

Hoy en la República Dominicana es el Día de la Juventud”.

Podemos decir sin equivocarnos que la juventud es un valor agregado que siempre con ilusión anhela por alimento y creyendo ser pasión y la “pasión no es justicia”.

La juventud es el divino tesoro del país, aunque decenas de ellos se van para no volver, porque las drogas, delincuencia y accidentes de tráficos se los llevan.

Hay que decir a la juventud que se van de nuestro país en busca de mejor vida se han visto en las telarañas y analizan que cuando quiero “llorar no lloro y a veces lloro sin querer”.

La juventud es depositaria de la posteridad.

Es ente social, que se embriaga de manera perpetua y constituye la fiebre de la razón.

Con deseos, el joven muestran las virtudes porvenir del ser humano.

Muchos andan desenfocados porque han sido arropados por el uso de drogas y promotores de la vagancia, deben entender la “juventud pasa muy rápido”.  

Pero, lo penoso y lamentable, es que la juventud dominicana se está muriendo en accidentes de tráfico, consumo de drogas y uso de juca.

Más, al estar desesperados y arropados por la falta de oportunidades, algunos han optado por irse del país en el tren de aterrizaje de aviones en busca de progreso.

Este 31 de enero del año 2023, recibimos la infausta y triste noticia que dos jóvenes se fueron desde Santo Domingo en el tren de aterrizaje de un avión de la línea Avianca con destino a Colombia y quince días después, el personal de limpieza halló en estado de putrefacción sus cadáveres.

La juventud tiene el tiempo libre para pensar, ha cruzado las turbulentas aguas del placer, está a la vista y la alegría pura para dar potencia al desarrollo del país, pero desde el Estado Dominicano, se impone que diseñe políticas claras orientadas a un mejor estilo de vida a estos jóvenes que andan descarriados por las calles de Dios.

A la juventud no se les estimulado, ni se incentiva con pergaminos ni reconocimientos, sino con planes de desarrollo y progreso.

Si evaluamos la cantidad de jóvenes valiosos que murieron en las aguas del mar tratando de irse a Puerto Rico; otros han muertos por tratar de irse a Estados Unidos cruzando ríos, montañas, pantanos frustrados porque no creen en los gobernantes y el sistema político.  

Ahora, hay una política para sacar miles de jóvenes dominicanos y llevarlos a Estados Unidos para traer a millones de haitianos y reemplazar a los dominicanos y que los africanos sean en porvenir mayor cantidad que nosotros.

Contra República Dominicana se orquestan y torpedean planes diabólicos y la juventud no está libre de tentaciones.  

Los jóvenes son como las plantas, que por sus primeros frutos se ve de lo que podemos esperar de ellos para el porvenir.

Demostrado está, que la juventud dominicana es en todas partes, atrayente, animosa y es vencedora.

Es lógico, entendible y real que la “juventud dominicana mira hacia adelante y la vejez al pasado”.

A la juventud dominicana proba tiene que empoderarse, decir es tiempo de estudio, sabiduría, exigir con firmeza al Estado la protección y creación de oportunidades que merece.

La juventud es la única edad en que vivimos con entera conciencia, porque la vejez no tiene más que una semiconciencia de lo que es la vida.

Se impone la juventud que considera la vida como “oro purísimo” y califican la vejez como la cuenta de la aleación.

En esta fecha es con la finalidad de hacer honor al padre Don Bosco, que desde su niñez quedó huérfano de madre y se dedicó a ayudar a jóvenes.

Don Juan Bosco era sacerdote, educador y escritor italiano del siglo XIX que fundó la Congregación Salesiana, principal promotor de la imprenta y canonizado por el papa Pío XI.

En el año 1993 el presidente dominicano de entonces, doctor Joaquín Balaguer decretó mediante decreto el 31 de enero Día de la Juventud para honrar a la figura del Padre don Bosco y hoy se hace su versión 27.

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