Lo que ayudó al PLD ayuda ahora al PRM
POR ROSARIO ESPINAL
ES
ENSAYISTA, SOCIÓLOGA, EDUCADORA Y ANALISTA POLÍTICA DOMINICANA, NACIDA EN
SANTIAGO DE LOS CABALLEROS.
Esas
mismas condiciones favorecen ahora al PRM. Cierto, la pandemia hizo un hoyo en
la economía del país, y la guerra en Ucrania, pero la gente lo ha entendido
así.
Para
que el poder longevo del PLD se tambaleara, se requirió un escándalo de
corrupción de la magnitud de Odebrecht, que, por su carácter internacional, no
podía fácilmente encubrirse en la República Dominicana. Además, Estados Unidos
estaba decidido a que hubiese consecuencias para algunos beneficiarios de
sobornos.
En
aquel contexto del 2017, el movimiento Marcha Verde se hizo
fuerte no simplemente porque la sociedad dominicana descubriera de repente la
corrupción y se indignara, sino porque sectores de poder apostaron a enfrentar
el PLD que llevaba años gobernando.
Encumbrados
en el poder, el PLD no se percató del riesgo que corría. Se percibía invencible
tras años gobernando, pero fue derrotado en el 2020.
Desde
el triunfo electoral de aquel año, el PRM se beneficia de las condiciones que
antes dieron longevidad gubernamental al PLD. Veamos.
Primero,
para facilitar la estabilidad macroeconómica, el presidente Luis Abinader
ratificó el mismo gobernador del Banco Central y nombró en puestos claves de su
gabinete figuras vinculadas al alto empresariado que validan la confianza de
las agencias calificadoras y los inversionistas.
A la
vez, la alta dependencia de la economía dominicana de Estados Unidos ha
asegurado buen flujo de divisas vía remesas, turismo y exportaciones.
Así,
la economía dominicana ha seguido creciendo y la moneda se ha mantenido
relativamente estable a pesar del acelerado endeudamiento pandémico.
La
inflación, que antes de la pandemia fue baja, ha sido un problema reciente,
pero hasta el momento, no ha generado un descontento social explosivo.
Si la
inflación se reduce sin producir una recesión, el Gobierno habrá superado un
trance económico difícil.
Aunque
queda pendiente el efecto negativo de la baja inversión pública de capital que
se registra actualmente.
Segundo,
el PRM, producto de una división del PRD, partido de históricas confrontaciones
internas, ha logrado mantener la unidad partidaria conciliación entre el
presidente Luis Abinader y el expresidente Hipólito
Mejía.
Tercero,
el Gobierno enfrenta una oposición peledeísta dividida entre el PLD y la FP, a
la que queda camino por recorrer, sortear diferencias.
Y
fuera del peledeísmo hay un archipiélago de mini partidos que se complacen o se
ignoran.
En
los próximos meses veremos transfuguismos y alianzas, en el PRM logra
aprovechar las debilidades de opositores y posicionarse electoralmente.
En
este contexto, para avanzar, la oposición debe trabajar con inteligencia y
eficacia; si no, se la lleva la corriente.
Comentarios
Publicar un comentario