Murió CADECA en Santiago Rodríguez: "Símbolo" y "estampa" con vida "infausta".
Lo sepultaron en el cementerio de Puerta del Mulo.
Conmovedora fue la vida de Diógenes Antonio Gómez Álvarez-Cadeca- de 83 años de edad, personaje que deleitó a millares de ciudadanos.
Por Marcelo Peralta
Caimito, Santiago Rodríguez, R.D.- Con perdón de mis contactos, hoy
hablaré en primera persona.
Este sábado en embargo “dolor y pena”, porque la sociedad de Sabaneta,
provincia Santiago Rodríguez al perdido un personaje pintoresco, que vivió de
manera “infausta” y “extraña”.
A este personaje, la Madre Naturaleza, les extrajo su sentido de vida,
lo dejó sin intuición, carente de lógica, vacío en el patrón previsible, ausente
de signos inconexos y de aptitud.
Cadena, hombre que se ganó aprecio, fue un signo que estableció relación
social de identidad con una realidad, generalmente abstracta, a la que evoca la
Madre Naturaleza.
Diógenes Antonio Gómez Álvarez, nombre de pila de Cadeca-, en las
primeras horas de este sábado, cerró los ojos para siempre, a la edad de 83
años.
Hombre especial, quien era como el árbol de “olivo” robustecido de “longevidad”
y de “inmortalidad”.
Vivió de forma, aparentemente simbolizada, resistido a morir, con
permanencia a renovarse, pero llegó el día de desaparecer físicamente e irse al
infinito.
En este globo terrenal, fue capaz de soportar condiciones adversas e inhumanas.
Representó la prosperidad sin fertilidad de su abundancia de flores,
frutos como las plantas criptogramas y vida “desgraciada”.
A pesar de sus condiciones especiales, vicisitudes y adversidades, vivió
83 años.
Su existencia, fue, al estilo del árbol de "olivo”. Caracterizado
como un “símbolo”.
La vida, a Cadeca, le hizo una “mala jugada”. La madre Mercedes Álvarez
Gutiérrez viuda Gómez, cayó inválida y murió a la edad de 100 años.
Vicente Álvarez -Neno-, de 85 años de edad, hermano de Cadeca, quien, está
enfermo de Parkinson, enfermedad crónica y degenerativa que afecta el sistema
nervioso caracterizada por falta de coordinación, rigidez muscular y temblores.
Por décadas, al timón ha estado su hermana Fior Álvarez, “atada” de trabajar
y producir para alimentarlos.
Han vivido de la caridad y solidaridad de coterráneos que han cubierto
necesidades básicas.
El humilde hogar de la familia, está, ubicada en la carretera que une al
poblado Caimito y el municipio Sabaneta, provincia Santiago Rodríguez.
Recorrido.
Por su condición especial, este hombre humilde, sin agredir a nadie recorrió
un largo camino a pie, descalzos, travesía que hacía en determinados tiempos,
salía de la provincia Santiago Rodríguez, iba a Dajabón, pasaba a Montecristi, llegaba
a Mao y regresaba a su pueblo de origen.
Su compañía, eran, una cuchara de metal que nunca dejaba y lata de salsa
vacía donde parroquianos echaban comida, que en ocasiones se percibía color
verduzco.
Tras sus andanzas pueblo tras pueblos en la Región Noroeste, no aceptaba
montarse en vehículos para coger las “famosas bolas”.
Raras excepciones, a la única persona que aceptaba montarse en la parte de atrás de la camioneta, era del empresario Dióscorides Espinal-Don Cuco-, desde el cruce de Puerta Mulo a la ciudad de Sabaneta, a quien saludaba de “compadre Cadeca”.
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