Cualquier
detalle por insignificante que sea “abre y cierra” posibilidades de llegar a la
cima y granjearse en poder.
Por: Marcelo Peralta
Santiago, R.D.-A punto
de terminar el ciclo electoral de medio término, la campaña se calienta,
partidos se autodefinen ganadores, predominan debates electorales como elemento
central de la contienda política.
Las
elecciones fijadas por la Junta Central Electoral el 18 de febrero para escoger
alcaldes, vicealcaldesas, concejales, directores distritales, vocales en las 31
provincias del país y el Distrito Nacional.
Partidos
políticos con audiencias por inversiones millonarias en medios televisivos,
radiales, vallas por doquier, influencia; mientras obvian que votantes
indecisos pueden ser determinante y movilizar votos de última hora para quien
mejor logre defender ideas atractivas y desmontar las del adversario.
Estrategas
políticos tratan profundizar debates entre aspirantes a cargos municipales como forma
importante de las campañas electorales que permiten a votantes conocer mejor a futuras
autoridades por sus posturas y conocimientos en cuestiones municipales.
En la
actualidad, la realidad es que un debate en televisión sígnica asignatura
difícil a políticos buscando cautivar al ciudadano votar en las urnas con la
finalidad de salir airoso en comicios.
Un debate
político electoral entre candidatos es para discutir posiciones, ideas,
propuestas, analizar temas relevantes para la sociedad, presentar, defender
planes de gobierno municipal, responder inquietudes, preguntas, comentarios en
función de la estructura partidaria a la que pertenecen y las inquietudes de
contrarios.
El
objetivo principal es permitir que candidatos presenten sus posiciones y
propuestas sobre asuntos más relevantes del momento.
Tienen objetivos
básicos de fomentar la discusión, intercambio de ideas, permitir candidatos se
desafíen mutuamente, cuestionen propuestas del otro, proporcionar datos, planes
a los votantes, aclarar malentendidos, proporcionar una plataforma en la
corrección de declaraciones inexactas, mostrar capacidad, pensar críticamente y
responder preguntas de manera efectiva.
Hablar de valores
fundamentales, asegurar que el intercambio de ideas sea justo, respetuoso,
productivo, promover el respeto a oponentes; hacer prevalecer la honestidad en
la presentación de argumentos razonables con evidencia, explicaciones lógicas y
coherentes.
No
obstante, un estudio de televisión no es el hábitat natural de un político,
tampoco el debate estructurado en base a un reglamento, sino el carisma,
aceptación, confianza del ciudadano al candidato en el espectro electoral y
social.
Hay
detalles que pueden jugar a favor, a veces en contra de determinados candidatos
a la hora de decantar a un vencedor y al ganador.
Presentan
ocasiones en que un candidato es valorado por sus elocuentes discursos en
escenarios distintos, al participar en un debate, quizás ese día su autoestima
decae y planteamientos que formula al electorado insatisface y por eso pierden
elecciones.
Dónde y
en que año surgió el debate político?.
El primer
debate electoral moderno ocurrió en Estados Unidos en el año 1858, entre candidatos
al Senado de Illinois, Abraham Lincoln y Stephen A. Douglas que se centraron en
temas de la esclavitud, extensión de derechos civiles, se realizaron en siete
ciudades diferentes del estado.
Y el
primer debate televisado para candidatos presidenciales en Estados Unidos fue
en 1960, entre el republicano Richard Nixon y el demócrata John F. Kennedy.
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