Doctor Pedro Carreras Aguilera hace cronología de epidemias mundial. Esta vez la titula “Coincidencias históricas”

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Pedro Carreras Aguilera

 Por Marcelo Peralta

Santiago, R.D.- El doctor Pedro Carreras Aguilera, nativo de la Provincia Santiago Rodríguez, actualmente radicado en el Municipio Olegario Tenares, en la de Hermanas Mirabal para orientar a los lectores ha ofrecido una cronología de las pandemias que han sacudido al mundo.   

Carreras Aguilera, dice que la Gripe Española mató entre 1918 y 1920 a más de 40 millones de personas en todo el mundo.
Se desconoce la cifra exacta de la pandemia que es considerada la más devastadora de la historia. 

Un siglo después aún no se sabe cuál fue el origen de esta epidemia que no entendía de fronteras ni de clases sociales.

Aunque algunos investigadores afirman que empezó en Francia en 1916 o en China en 1917, muchos estudios sitúan los primeros casos en la base militar de Fort Riley el día  4 de marzo de 1918.

Tras registrarse los primeros casos en Europa la gripe pasó a la España.

Un país neutral en Guerra Mundial que no censuró la publicación de los informes sobre la enfermedad y sus consecuencias a diferencia de los otros centrados en el conflicto bélico.

Por ser el único país que se hizo eco del problema provocó que la epidemia se conociese como la Gripe Española.

Detalla que a pesar de no ser el epicentro, España fue uno de los más afectados con 8 millones de personas infectadas y 300 mil personas fallecidas.

La censura y la falta de recursos evitaron investigar el foco letal del virus y se dice que fue causado por un brote de influenza virus A, del subtipo H1N1.

A diferencia de otros virus que afectan a niños y ancianos, muchas de sus víctimas fueron jóvenes y adultos saludables entre 20 y 40 años, una franja de edad que no estuvo expuesta al virus durante su niñez y no contaba con inmunidad natural.

Provocaba fiebre elevada, dolor de oídos, cansancio corporal, diarreas y vómitos ocasionales eran los síntomas propios de esta enfermedad.

La mayoría de las personas que fallecieron durante la pandemia sucumbieron a una neumonía bacteriana secundaria, ya que no había antibióticos disponibles.

Ahí fue que un grupo murió rápidamente después de la aparición de los primeros síntomas, a menudo con hemorragia pulmonar aguda masiva o con edema pulmonar, y con frecuencia en menos de cinco días.

En las autopsias realizadas en el año 1918 los hallazgos patológicos primarios se limitaban al árbol respiratorio por lo que los resultados se centraban en la insuficiencia respiratoria, sin evidenciar la circulación de un virus.

Al no haber protocolos sanitarios que seguir los pacientes se agolpaban en espacios reducidos y sin ventilación y los cuerpos en las morgues y los cementerios. 

Por aquel entonces se haría popular la máscara de tela y gasa con las que la población se sentía más tranquila, aunque fueran del todo inútiles.

Carreras Aguilera detalla que para el año 420 ocurrió la peste bubónica o la de Atenas, diezmando en pocos días 50 mil habitantes. 

Para el año de 1020 ocurrió en Venecia la peste del coromania, bautizada como la peste del carnaval de Venecia.

Sus síntomas eran que la gente temblaba como si asistieran a un raro baile.
Esta peste condujo a la muerte a 60 mil habitantes de Italia.

En 1520 apareció en Europa la peste negra. 
Esta pandemia fue llevada a la colonia de Santo Domingo, de donde se difundió a todas las colonias españolas del Nuevo Mundo, llevándose el 35% de la población indígena infestada.

Para 1620 la peste bubónica, a la que llamaron, también Milán fue responsable de la muerte de 281 mil  italianos.

En 1720 se hizo presente la peste de Marcella, en Francia, transmitida por el bacilo de Yersin, que apareció en un barco cargado de algodón.

El patógeno se regó rápidamente por toda la geográfico de Francia, diezmando 90 mil personas.

Al llegar el año 1820 se apareció la peste del cólera, una pandemia que se difundió por el mundo entero. 

En 1920 la fiebre española que a Europa produjo la muerte de la tercera parte de su población.

Y ahora en el 2020 estamos imbuidos en el coronavirus-19, rogando a que Dios proteja al universo.

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