Efectivos del ERD y la Policía han tenido que ser drásticos contra la población que no respeta toque de queda.
Por Marcelo Peralta
Santiago, R.D.- A
pesar de las restricciones establecida por el gobierno a circular en las
calles, únicamente las personas con necesidades especiales, las que tienen que
trabajar en farmacias, supermercados, laboratorios, clínicas, hospitales,
empresas periodísticas, muchas gentes desobedecen.
Es por
ello que miembros de la Policía y efectivos del Ejército de la República
Dominicana han tenido que emplearse a fondo arrestando en altas horas de las noches,
cerrar negocios de ventas de bebidas alcohólicas y llenar los destacamentos policiales de
detenidos.
Salvo
excepciones de necesidades, cuando los agentes policiales y militares que
patrullan las calles cuestionan a los ciudadanos de circular en las calles a
pie, motorizadas y en vehículos abarcando horarios nocturnos y circunstancias ofrecen oportunidades
justificadas.
El
toque de queda es una limitación legal de la libertad de circulación considerada
internacionalmente un derecho humano por muchas legislaciones de derecho
constitucional que se aplica en situaciones de guerra, pandemia, conmoción
interna que afectan a un país y su cumplimiento suele ser supervisado por
instituciones policiales y fuerzas armadas.
Su
objetivo es como medida de garantizar la seguridad, atenuar disturbios,
minimizar enfrentamientos.
Ante
esa situación miembros de la Policía y efectivos del Ejército de la República
Dominicana han tenido que usar la coerción cerrando negocios de
propietarios que violan el decreto 135-20 para evitar contagio del coronavirus,
mantener la vigilancia haciendo cumplir las medidas dispuestas por el gobierno.
Informes dado a conocer
por la oficina de Relaciones Públicas de la Dirección Regional Noroeste de la
Policía ha tenido que cerrar negocios en Mao y zonas adyacentes.
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