En Jarabacoa miles oran por la salud de Cruz Jiminiá.
Félix Antonio Cruz Jiminián, nativo de Jarabacoa. Quiso ser sacerdote. Pero estudió Medicina.
Hija: “Dice solo Dios y un ventilador mantienen En vivo a mi padre”.
Por
Marcelo Peralta
Santiago,
R.D.- Miles de dominicanos, en especial en el Municipio de Jarabacoa, tierra de
nacimiento del filántropo y doctor Félix Antonio Cruz Jiminián, se
declararon en oración debido a su delicado estado de salud por el coronavirus.
Mientras que su hija Lilian Cruz afirmó que su padre, ingresado la noche del lunes en la unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de la Plaza de la Salud, dice que su padre está en un estado crítico y vivo gracias a Dios y los aparatos.
Mientras que su hija Lilian Cruz afirmó que su padre, ingresado la noche del lunes en la unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de la Plaza de la Salud, dice que su padre está en un estado crítico y vivo gracias a Dios y los aparatos.
Cruz Jiminián, nació en un campo de Jarabacoa, a los 4 años su familia emigró a la ciudad de Bonao, a los 12 años se fueron a vivir a Santo Domingo, Distrito Nacional, radicándose en un populoso barrio de Cristo Rey.
Son sus padres, Luis Cruz
Collado y María Jiminián, tuvieron tiene tres hermanos.
Félix Antonio Cruz
Jiminián quiso ser sacerdote e ingresó al Seminario Santo Tomás de Aquino.
Estudió en la
Universidad Autónoma de Santo Domingo, (UASD), donde se gradúo de Doctor en
Medicina.
Como todo joven de la época
con carencias económicas asistía a la universidad a pie y estudiaba con los
libros de sus compañeros, para ello esperaba hasta las 12 de la noche, cuando
éstos no los utilizaban.
Muchos de esos médicos,
hoy laboran en su Clínica Cruz Jiminian.
Al momento de graduarse no
logró lucir su anillo de graduación, pues no existía el dinero para comprarlo,
y mucho menos conservar una foto graduación, lo que para cualquier profesional
se enmarca entre uno de los mejores recuerdos.
Al terminar su carrera
de medicina construyó con sus propias manos un pequeño consultorio en la casa
de sus padres, donde la amuebló con una camilla de madera y escritorio que el
mismo construyó.
Esos muebles aun el Doctor
Félix Antonio Cruz Jiminián los conserva en su clínica.
A ese pequeño consultorio
asistía tanta gente que todo el que pasaba, pensaba que se trataba de un brujo,
por la pobreza y las condiciones que existían en ese lugar.
El doctor Cruz Jiminián, quiso
convertir su clínica en un hospital para los pobres, así ha ocurrido. Hoy las
personas de escasos recursos tienen el apoyo que necesitan para mitigar los
problemas de salud, así como todos los problemas que le presentan día a día
En la clínica Cruz Jiminián y
Fundación Cruz Jiminian, funcionan más de quince programas de asistencia social,
entre ellos cirugías de labios leporinos, paladar hendido, ano imperforado,
hidrocefalia, doble sexo, entre otras cirugía
Tiene varios departamentos que
ofrecen sus servicios gratis y permanente de tuberculosis, donde se le
suministran los medicamentos y alimentos a los enfermos.
Vacunación, de diálisis
renal entre otros, lleva a cabo operativos médicos en las diferentes cárceles
del país y en otros lugares que se lo soliciten, Cuenta con dos ambulancias,
dos módulos odontológicos,
También está el local de La
Fiscalía de Cristo Rey, que lo cedió a las autoridades con el fin de llevar
tranquilidad y paz al sector.
Tiene un programa de
reeducación de jóvenes que alguna vez han delinquido o mantuvieron vicios
(Drogas, atraco, muertes), con este gran apoyo hoy quieren ser hombres
diferentes.
Pero su obra no queda ahí,
también ha puesto a funcionar el departamento de Declaraciones Tardías, donde
le ha devuelto su identidad a miles de seres humanos.
Anualmente son atendidos miles
de niños, niñas, adolescentes en situaciones económicas muy difíciles con
patologías o malformaciones de nacimientos.
Los envejecientes tienen un
hogar en la Fundación Cruz Jiminian, el cual tiene más de 10 años de
implementado; la vida les ha sonreídos a estos 245 ancianos pobres, donde almuerzan
todos los días y también se les brindan servicios de salud, pero más que todo,
es el amor que junto con la diversión que se les ofrecen.
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