El coronavirus tiene a la República Dominicana desierta.

La delincuencia y el coronavirus han cambiado el panorama en la República Dominicana, las  que tienen sus calles vacías en horas de las noches y muchas regulaciones en el día.

Solo se escuchan ladridos de perros callejeros, policías, guardias y trabajadores clasificados circulan por las calles.

Apenas escasos autos circulan en las calles, en el Santiago alegre.

Muchas de las calles, por su soledad se ven irreconocibles durante las horas de la noche.

Tras el avance de la pandemia de coronavirus, las personas se extralimitan a andar por la medida presidencial.

Las autoridades policiales y militares hacen cumplir a rayas lo declarado por el gobierno el estado de emergencia y la cuarentena tras el coronavirus.

Las parecen “fantasmas”, porque las medidas son estrictas desde las 7:45 de la noche gasta las 6 de la mañana del día siguiente.

Muchos lo consideran absolutamente necesario, aunque otros, sin mirar el peligro la consideran abusivas.