Coronavirus y ron clerén matan a 378 dominicanos.
La República Dominicana, está enfrentando dos grandes pandemias que han dejado 378 muertos.
Se trata coronavirus, que ha dejado 273 muertos y el alcohol adulterado de origen haitiano clerén que ha dejado como saldo a 105 personas fallecida.
Debido al estado de emergencia y el toque de
queda decretados por el Gobierno en marzo pasado, en el país caribeño están
prohibidas todas las actividades sociales.
Sin embargo, cada día se publican
imágenes de grupos de personas, principalmente en los estratos más pobres,
compartiendo, tomando alcohol, en peleas de gallos o jugando al dominó.
Hace justo una semana se informó de que seis personas murieron en el sector Brisa del Este, en Santo Domingo Este, tras tomar clerén, una bebida que se elabora de forma artesanal y sin permisos sanitarios y muy consumida en la región fronteriza y en el vecino Haití.
Este era solo el comienzo de una larga lista de fallecidos por esta situación, agregando otro grave problema al país en medio de la crisis por el coronavirus, lo que llevó al Ministerio de Salud Pública a emitir el pasado 10 de abril, en Viernes Santo, una alerta epidemiológica por el uso de alcohol adulterado.
El ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, dijo este martes que esas personas han fallecido por el consumo de ron clerén adulterado.
Y la Policía dice que la mayoría en la región metropolitana de la capital, confirmó que,
junto a Salud Pública y la Procuraduría, desmantelaron un laboratorio
clandestino de elaboración de bebidas en el municipio Santo Domingo Este y en Santiago de los Caballeros.
En el laboratorio fue detenido Emo Rafael Ruíz, de 32 años, a quien confiscaron 19 tanques
de 55 galones de materia prima para la elaboración de estas bebidas.
Dos de los
primeros fallecidos son Dante Sánchez, de 54 años; y su hijo Ambiorix Sánchez,
de 32, quienes residían en Brisa del Este, y quienes se reunieron a compartir
el 5 de abril con varios amigos, cuatro de los cuales corriendo con la misma
suerte, otros dos quedaron “totalmente ciegos” y otros dos siguen internos.
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