Semana Santa pacífica.


Por Antonio Heredia 
Puerto Plata, R.D.-Tras las restricciones, recogimiento, confinamiento, prohibición de andar en las calles, carreteras, bañarse debido al coronavirus, la Semana Santa transcurrieron sin accidentes vehicular, muertes, atropellamientos, operativos, internamientos, tapones, no se movilizaron brigadistas de la Defensa Civil, helicópteros y ni ambulancias como años atrás.
Balnearios, playas quedaron desoladas, las aguas de ríos, del mar se mantuvieron tranquilas, los restaurantes, cafeterías, centros de ventas de bebidas alcohólicas, comidas rápidas, camareros, choferes, cobradores de guaguas, vendedoras de boletos, controles permanecen cerrados por órdenes oficiales.  
Mientras que en las ciudades, barrios, urbanizaciones, zonas rurales, los templos católicos permanecieron sin feligreses, las misas se impartían por el sacerdote sin gentes ante la pandemia del coronavirus.
Las autoridades ordenaron aislamiento social para frenar la propagación de la enfermedad viral, aunque algunos brotes de jóvenes desafiaron a las autoridades bañándose en canales y ríos, en que hubo ahogamiento y apresamientos de los violadores a esas disposiciones.
En recorridos realizados por Puerto Plata, Sosía, Cabarete, Cofresí, Ensenada, era visible la desolación en los establecimientos, centros comerciales, las cadenas de supermercados, la asistencia de personas era reducida.
Igual comportamiento se percibía en bancos comerciales estatales y privados que se mantuvieron cerrados en que los ciudadanos afrentosos, imprudentes, violadores a las reglas estatales se desplazaban en motocicletas a altas velocidades.

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