En Nueva York meten cientos de cadáveres en fosas comunes.
Cientos de cuerpos de diferentes nacionalidades, muertos en Estados Unidos por el coronavirus son depositados en fosas comunes en cementerios en el Estado de Nueva York.
A las jornadas han sido incorporados operarios protegidos por trajes especiales quienes son los
encargados de enterrar a fallecidos por coronavirus en la isla de Hart, por el
colapso de las morgues de la ciudad.
Datos conservadores
establecen que la pandemia de
coronavirus ha dejado la escalofriante cifra de 15 mil 938 muertos en Estados Unidos,
donde el Estado de Nueva York ha registrado otros 779 fallecidos en el último
día, lo que sitúa en 7 mil 67 la cifra total de decesos en la región.
Furgonetas salen de los
hospitales fijos y móviles son usados para el traslado de los cuerpos desde los
hospitales hasta la isla de Heart y depositados en su entierro temporal.
Detalles afirman que el
gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ha indicado que de los más
de 450 mil casos confirmados de Covid-19 en Estados Unidos es de 159 mil 937 las
personas que han dado positivo en su Estado y que otros 10 mil 621 más que el
día anterior.
Se
afirma que trabajadores entierran a fallecidos por coronavirus en la isla de
Hart, en Nueva York, muchos latinos sin documentos, ni seguro médico.
Todos,
por sus condiciones de indocumentados se hacinaban en casas multifamiliares,
quienes eran forzados a trabajar a pesar de la cuarentena para llegar a fin de
mes muriendo contagiados.
Los
inmigrantes hispanos son las mayores víctimas mortales del coronavirus en Nueva
York, la ciudad más afectada por la pandemia en Estados Unidos.
Además de latinos, han muerto cientos de afroestadounidenses de manera desproporcionada
en Nueva York, con un 28% de las muertes, cuando constituyen el 22% de la
población, según los informes.
Mientras que la periodista nativa de Licey
provincia Santiago en República Dominicana, Ysela Santos, radicada en Estados
Unidos desde hace varios años, nos reporta su parecer en torno a los estragos
de la pandemia del coronavirus.
¡Cuántas
lecciones, enseñanzas nos está dejando a su paso la pandemia del COVID-19, a
toda la humanidad!, es la asombrosa expresión de asombro de la versátil
periodista dominicana.
U añade que el drama y el dolor que viven
millones de personas, inclusive los que residen en las grandes potencias, a no
poder despedirse de sus seres queridos es indescriptible, es lo más trágico de
toda esta pesadilla, “convertida en una triste realidad”.
Afirma que “atrás quedaron los
suntuosos funerales, la vanidad, el orgullo, la arrogancia, las riquezas y
todas las miserias humanas”.
A esta altura, el que quiera aprender la
lección que lo haga, porque si creo que Dios nos envía de nuevo otra señal,
para que entendamos que somos simple cenizas y llegamos a este mundo sin nada,
y así nos vamos.
Alude a lo que decía la Madre
Teresa de Calcuta “El que no vive para servir, no sirve para vivir.”
Señala que “El perdón es una
decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la
ofensa, no sentimos más rencor.
Concluye con esta frase: “Perdona,
que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió.
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