Iglesia Católica celebra la Santa Cena con tradiciones rotas por COVID-19
Coronavirus provoca Iglesia Católica en Nicaragua esté vacía.
La Iglesia Católica, la más seguida en
Nicaragua, celebró este jueves la Santa Cena, con dos de sus principales
tradiciones rotas, como son la visita de fieles a los templos y el lavado de
pies, debido a la alarma generada por el COVID-19.
Las catedrales, parroquias y ermitas,
lucieron vacías en horas del atardecer, cuando los obispos y sacerdotes
iniciaron el ritual anual del triduo pascual, con el que el catolicismo
conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, un hecho sin
precedentes en Nicaragua.
En semanas anteriores los obispos habían
anunciado a los feligreses que las puertas de los templos católicos
permanecerían cerradas durante la Semana Santa, para evitar la propagación del
coronavirus SARS-coV-2, que ha matado a miles de personas en el mundo, y ha
dejado una víctima mortal en Nicaragua, donde las autoridades han confirmado
siete casos.
En la ciudad de Managua solamente el templo
La Merced, dirigido por un sacerdote con el que se identifica el sandinismo, abrió
sus puertas, según pudo constatar EFE, cuyo equipo fue expulsado por la Policía
a petición de un grupo de militantes oficialistas.
El cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes,
dijo sentir un “pequeño vacío” porque la pandemia evitó la presencia de
creyentes en la catedral de Managua, pero también de sacerdotes renovando sus
promesas sacerdotales.
Contrario a otros años, Brenes esta vez no
imitó la lavada de pies realizada originalmente por Jesús a sus discípulos, e
invitó a los creyentes a pedir “al Señor esa gracia, de poder llevar esa
palabra de consuelo” a quienes “estamos recluidos en nuestros hogares según las
orientaciones, para evitar el contagio”.
El obispo Rolando Álvarez, uno de los más
populares en Nicaragua, dedicó su “pensamiento a los que voluntariamente han
ofrecido su inteligencia, sus capacidades humanas, sus virtudes, sus talentos,
su potencial, su fuerza, su energía, su deseo, su deber, para tenderle la mano,
como buenos samaritanos, a los que están enfermos en esta pandemia”.
Tradicionalmente los templos católicos se llenan de feligreses en ceremonias
especiales como la del Jueves Santo, y la lavada de los pies están entre las
imágenes clásicas de los medios de comunicación.
En Nicaragua, un país con poco más de 6
millones de habitantes, el 58,5 por ciento de la población se considera
católica.
La popularidad del catolicismo en Nicaragua
renació en 2018, cuando la mayoría de sus sacerdotes y obispos arriesgaron sus
vidas para salvar las de miles de personas durante ataques armados del Gobierno
contra manifestaciones antigubernamentales, que dejaron cientos de muertos.
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